Capítulo 1

19 1 0
                                    

𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐇𝐈𝐂𝐄 𝐏𝐎𝐑 𝐀𝐌𝐎𝐑

𝒶𝓂𝑜𝓇 𝓅𝓇𝑜𝓅𝒾𝑜


¿Porqué hay tantos espejos en nuestras casas?

 ¿Qué pasaría si no estuvieran ahí?

 ¿Qué pasaría si los espejos tuvieran memoria?

yo creo fríamente que recordarían las veces que me desvestí frente a ellos con cara de asco, completamente disgustada y atormentada con los estereotipos que la sociedad de mierda me obligó a buscar sin tiempo a parar para descansar, o para frenar mis impulsos.

Si los espejos tuvieran memoria, recordarían todas las veces que me maquillé tanto que logré convertirme en otra persona; me recordarían devastada, tratando de mantenerme de pie, y aguantando un mar de lágrimas que ni sabría si son de felicidad o de angustia acumulada que nunca me dejó soltar

¡FALTA AMOR PROPIO!

Desde algo tan sencillo como levantarme todos los días para afrontar la rutina repetitiva y odiosa de siempre, hasta limpiarme las lagrimas frente a un espejo insignificante que no hace mas que reflejar mí imagen; fueron tantas las cosas que forcé en mí interior, y tantas las emociones que indagué por años sintiéndome la Percy Jackson de mí corazón complicado y enredado entre sí mismo, que creo que ni aunque me dieran una resma de hojas, podría enumerarlas con lujos detalles.

Amarse a uno mismo no es fácil, eso lo sabemos todos, y no tengo ganas de caer en otro círculo vicioso de escritores mediocres que se agarran de las crisis humanas, para generar contenido, y caminan en fila india con sus cuadernos y sus biromes gastadas de tanto ahondar en coseptos inútiles sin principio ni final.    

Yo quiero hablar de mí, quiero hablar de lo que me costó llegar a donde estoy hoy, y de todo lo que me falta para llegar a donde quiero. A veces interpreto a mi alma y a mi ser como una metáfora constante, un botiquín de emociones como templo de mi cuerpo...

 Por ejemplo; viste cuando te clavas algo, una astilla ponele, que después de sacártela seguís teniendo ese sentimiento molesto, que te hace sentir que la astilla sigue ahí? Así me siento cada vez que digo ''ya está, ya pasó'' y no es mentira, quizás ya pasó y ya lo superé, pero la astillita infumable me sigue pinchando aunque realmente no esté ahí, e interpretar eso que me pasa, saber lo que me sigue afectando y concientizar todo aquello que muy adentro mío me está acuchillando, es amor, el amor propio no es tener todo el botiquín de tu alma bien organizado y cruzarte con los espejos de tu casa 24/7 y estar contento con lo que ves, el amor propio viene de la conciencia, de la coherencia y de incoherencia también, viene de la transparencia, de la introspección de los vínculos sanos del saber lo que te pasa  y el porqué de las emociones que atravesás todos los días en la rutina, o en el desorden dentro del orden, o incluso también de los ovarios de sentarse a escribir lo que te pasa con vos misma. 


FIN!


𝐼𝓈𝒶 𝐸𝓃𝓉𝓇𝑒 𝒱𝑒𝓇𝓈𝑜𝓈Where stories live. Discover now