CAPÍTULOS DEL 263 AL 268

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"Clap clap clap..."

"Gracias, Childe Xie..."

"Gracias..."

"Es muy amable de tu parte..."

Cuando sus palabras cayeron, hubo un aplauso atronador. Tanto los civiles como los refugiados estaban enloquecidos. Los cinco jóvenes se miraron con una sonrisa en la cara. Era la primera vez que la gente les estaba tan agradecida, y no se sintieron nada mal.

"Todo el mundo, silencio."

Los aplausos continuaron sin cesar. Shen Liang se levantó y alzó la mano para calmar a todos: "Antes de dar limosna, tengo algo importante que anunciar. Creo que todo el mundo es consciente de que hay desastres por todo el reino. Los precios en la ciudad imperial están por las nubes, y mucha gente no podrá comprar cosas aunque tenga dinero. La razón por la que podemos dar limosna aquí sin problemas es todo gracias al apoyo de la familia Murong. No sólo prometieron proporcionarnos alimentos a largo plazo a bajo precio, sino que también patrocinaron gratuitamente 10000 dan de arroz integral y 3000 kilogramos de harina de maíz. Agradezcamos juntos a la familia Murong su generosidad. Con su apoyo, creo que podremos superar juntos los tiempos más difíciles."

"Clap clap clap..."

Los aplausos tronaron, y todos los civiles admiraron la rectitud de la familia Murong. El tercero que destacó fue Xiang Zhuo, "Childe Xie y Childe Shen han dicho lo que había que decir, así que no retrasaré el tiempo de todos. Ahora empecemos a dar limosna. Por favor, formen fila para recibir sopa de arroz y bollos al vapor. No se amontonen. Todos tendrán. No se desanimen si no lo consiguen. Daremos limosna todos los días, y más tarde se añadirán más tarjetas de bambú. En cuanto a los que necesiten ver a un médico, por favor, formen a la izquierda, y Childe Shen los atenderá personalmente."

Después de otra ronda de aplausos, la caridad comenzó. Debido a sus buenos preparativos, causaron un gran revuelo. Además de su identidad especial, los guardias de la ciudad y los corredores de yamen que patrullaban ayudarían a mantener el orden. Todo parecía estar en orden. Cada persona con una tarjeta de bambú podía conseguir un cuenco de congee y un bollo al vapor de harina de maíz. Quizá no les saciara, pero al menos no se morirían de hambre. Los refugiados también estaban agradecidos. Después de comer congee, ayudaban a lavar los cuencos y los apilaban a un lado para que los siguieran usando los de atrás.

 Después de comer congee, ayudaban a lavar los cuencos y los apilaban a un lado para que los siguieran usando los de atrás

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CAPÍTULO 264. DAR LIMOSNA; BODHISATTVA VIVIENTE (2)

"Anciano, abre la boca y echaré un vistazo."

En el extremo izquierdo de la larga mesa, Shen Liang se sentó personalmente y atendió a los refugiados ignorando sus ropas sucias. Les ayudó a tomarles el pulso y consultó uno por uno, mientras Xiang Zhuo actuaba como su ayudante al lado. Los dos cooperaban a la perfección. En cuanto a Xie Yan y los demás, estaban dando limosna allí personalmente. Cuando veían a alguien con un niño, le daban un bollo al vapor extra.

LA LEYENDAWhere stories live. Discover now