Era mientras terminaba de poner los platos con comida sobre la mesa que Shen Jiu apareció, una túnica interior blanca y su cabello húmedo completamente suelto cayendo detrás de su espalda. Era el epítome de la belleza. O Luo Binghe estaba demasiado enamorado, a saberse.

—La verdad, a veces solo deseo volver a ser nada más que tu estratega. Era un trabajo más simple—dijo sentándose en su lugar.

Binghe rio y se sentó, tomando sus palillos para agarrar algunos brotes de bambú y ponerlos en el plato de Shen Jiu.

—En unos años, cuando consideren que tienen a la nueva generación ya entrenada, podrás hacerlo. Este emperador no piensa entregar la corona nunca, así que siempre necesitaré un estratega a mi disposición—tomó una de las verduras cocidas al vapor y la observó, pensando en otra cosa—. Aunque no sé qué tan apropiado sea eso.

—¿A qué te refieres?

—No creo que sea bueno que mi futuro esposo tenga que estresarse pensando en planes que mis generales podrían hacer—Binghe se metió la verdura a la boca y la masticó.

Casi sonríe al escuchar que Shen se atoraba con su comida.

—¿Futuro esposo? Ni siquiera me propusiste nada. Y no sé qué tanto quiera ser el esposo de una bestia tonta como tú.

Shen Jiu tomó unos sorbos de té verde, pero en ningún momento lo miró. Sus mejillas sonrosadas por haberse atorado antes y otro tanto por vergüenza. Tan adorable.

—¿Qué? ¿No te gusta la idea de ser Luo Jiu?

—¿Y por qué no tú Shen Binghe?—al ver su sonrisa, Shen Jiu negó— Olvídalo, a ti todo te gusta.

—No me parece una mala idea cambiar mi apellido a Shen. Después de todo, mi apellido solo fue tomado por el río en el que me encontraron.

—Al menos tiene más significado que el mío, que solo me lo pusieron por azar—Shen Jiu tomó los brotes de bambú y metió dos a su boca.

—No se trata de dónde viene el apellido, sino lo que uno hizo con él. En ese caso, puede que A-Jiu haya hecho...No, olvídalo, ninguno hizo nada bueno con su apellido—Binghe suspiró—. ¿Y si mejor nos cambiamos el apellido por otro? No sé, ¿Cheng? No, muy simple. ¿Zhang? No me gusta... ¿Yan? Yan Binghe, Yan Jiu...Sigue sin agradarme. ¿Sha? No, espera, ese apellido es de mi ex esposa.

—¿De Tonta* Hualing? Sí, me parece un gran apellido—ironizó Shen Jiu.

Binghe sonrió. Sí, no era una buena idea.

—¿Qué sugieres entonces?

—Sugiero que nos quedemos con nuestros apellidos como están y no le demos vuelta al asunto. No es tan importante de todas formas, no es como que tengamos ancestros o familia a la cual decepcionar por ser un par de mangas cortadas con cien años de antigüedad.

Tampoco tenían muchos amigos que le tomaran importancia a eso. Bueno, Shen Jiu tenía a Yue Qingyuan, quien no estaba muy de acuerdo con su relación. Pero a pesar de preferir que otro fuera el que cuidara de su pequeño Xiao Jiu, no se metió en su relación y simplemente dejó que fluyera.

Su relación no era un secreto para nadie, en la secta todos sabían que el Señor de Pico Shen Qingxiu era el novio del emperador Luo Binghe, quien parecía vivir la mitad de su tiempo en Qing Jing y la otra mitad en su palacio. Incluso muchas ciudades comenzaban a enterarse de la noticia y, junto con esas noticias, se esparcieron muchas historias. Algunas de ellas contaban que el emperador Luo había vaciado su harén únicamente para poder estar con su estratega. Otras historias decían que Shen Qingxiu fue parte del harén de Luo Binghe pero que, celoso de las demás mujeres, le ordenó al emperador que vaciara el harén y le permitiera ser su único consorte. El emperador, completamente enamorado y dominado por este hombre, obedeció y vació el harén.

Yuanfen (BINGJIU)Where stories live. Discover now