Siento que estoy en mi momento más esquizofrénico :) DISFRUTEN!!
"BUCK'S FIZZ" PARTE II
POV OMNISCIENTE, para más chisme.
Matt la miró con curiosidad, por un instante pensó en si la chica realmente tenía idea sobre cómo quitarle el cinturón a un hombre o si tendría que ayudarla.
Su pensamiento fue respondido al segundo, ya que en un parpadeo, ella ya había jalado la correa del cinturón tirándola al suelo, luego llevó sus dedos al botón de sus jeans y le bajó el cierre, dejando a la vista el boxer negro.
—Los dos decidimos usar negro hoy—ella miró hacia abajo y con el dedo índice tanteó la longitud del bulto que se asomaba entre el cierre abierto—Lindo—opinó la joven—Calvin Klein nunca decepciona—sonrió para ella misma, más que para él.
Sin esperar más, le tomó el borde de los pantalones y se los bajó, no fue necesario pedirle que se pusiera de pie, simplemente se los deslizó por las piernas, pasando por los muslos, hasta llegar a los talones, llevando los zapatos junto con los jeans.
—Eres bastante ágil, debo decir—la halagó mientras se quitaba los calcetines.
—Yo quiero saber qué tan ágil eres tú.
A modo de respuesta, él le tomó las manos para ponerla de pie frente a él, le agarró el vestido y lo tironeó hacia arriba, obligándola a levantar sus brazos para quitar la prenda.
—Bueno, sí, también eres ágil—ella sonrió al notar que solo le quedaba puesto el sujetador.
Él le miró el abdomen y rápidamente bajó la vista hasta su intimidad descubierta.
—Hace tiempo que no veía una así de despejada y suave—le tocó la pelvis depilada.
—¡Oye!—le dio un manotazo en el brazo—Siempre trato de viajar así, solamente por si voy a una piscina—sonrió con malicia.
—No es algo que me importe mucho, pero—con el pulgar, él le acarició el punto más sensible, haciéndola estremecer—Es más sencillo tener "el campo despejado"—subió la mirada hacia sus pechos, cubiertos aún por el encaje negro.
—¡Que ni se te ocurra!—ella levantó la voz riéndose—No me quitarás esto, aún sigues mucho más vestido, no es justo—se cruzó de brazos.
—Tienes razón—él tomó su propia polera desde abajo y la deslizó hacia arriba.
—Me gusta tu cuerpo—al instante, ella le pasó las manos por los hombros, pectorales y brazos, erizándole la piel. No era muy fuerte, ni muy delgado, era término medio, lo justo para su gusto.
—No he entrenado mucho últimamente—él confesó de la nada, se sintió algo avergonzado. Por un instante, pensó que de no ser conocido, bajo ninguna circunstancia tendría la oportunidad de tener relaciones con una chica tan joven y linda.
—Eres perfecto así, grande y fuerte—le besó el cuello y bajó hasta su hombro, dejando suaves mordidas—Estás para comerte—ambos soltaron una risa.
—¿Y tú?—la miró coqueto—¿Me dejarás comerte?—la lujuria en sus ojos la excitó aún más.
—Primero me gustaría ayudarte con eso—le miró el prominente bulto de su entrepierna que no dejaba nada a la imaginación—Si me lo permites, claro—se agachó un poco para pasar ambas manos por aquellas firmes piernas masculinas.
Él le miró la boca, llevaba los labios pintados de un color rojo oscuro que la hacía ver aún más tentadora. Imaginó lo bien que se vería esa delicada boca alrededor de su miembro, succionándolo hasta dejarlo satisfecho y con rastros de labial en su extensión.
