Tomo lo primero que encuentro en mi armario, una camiseta negra y unos vaqueros son más que suficiente. Me visto lo más rápido que puedo porque el cabrón de Daniel es capaz de venir lo más pronto posible solo para molestarme.

Miro la hora y me apresuro a ponerme los zapatos cuando justo el timbre de mi casa resuena en todo el lugar.

Tomo mi móvil, cartera y las llaves de la casa para salir.

-Jodido Daniel, haz venido tan rápido solo para fastidiarme- digo al abrir la puerta, pero me quedo bloqueado al ver a la pelinegra del otro lado-¿Meghan?- digo extrañado al verla.

-Hola, guapo- me saluda con una radiante sonrisa para después dejar un beso en mi mejilla y adentrarse a la casa, donde toma asiento en el sofá de la sala.

La sigo con los ojos viendo como se pone cómoda mientras palmea a su lado para que la siga.

-¿Qué haces aquí?- la miro, cerrando la puerta y caminando a ella- No me dijiste que vendrías.

Sus cejas se disparan mientras me mira atenta.

-Me tienes muy abandonada, Maxi- dice con un ligero puchero en sus labios- te fuiste de vacaciones con tus amigos dos semanas.

-Bueno, tu siempre te vas con los tuyos, no veo nada de malo que yo también pueda hacerlo- me encojo de hombros despreocupado.

Meghan me dedica una mirada un tanto indignada y se cruza de brazos, negando.

-Lo sé, pero recuerda que al final somos pareja- nos señala.

Suelto un suspiro y me recargo sobre el respaldo del sofá.
Honestamente no me aparece tenerla en estos momentos y mucho menos que me tenga que recordar cosas que ya se, no soy estúpido.

Pero no entiendo este cambio de actitud, antes siquiera se preocupaba sobre nuestra falsa relación, y últimamente parece querer vivir en torno a ella.

-Una relación falsa, Meghan- digo directo- no tienes que fingir cuando estamos solos.

La pelinegra suelta un gruñido frustrado al ver qué no le hago caso a sus caprichos.

-Te recuerdo que tenemos que cumplir nuestra parte del trato - dice tajante- pude haberte acompañado a Wimbledon con tus amigos, ¿te imaginas? Siendo fotografiados juntos, como la pareja perfecta que todo el mundo cree que somos.

La sonrisa que tiene en la cara al decir aquello me dan náuseas y me provoca un nudo en el estómago.
Eso es lo que tanto busca Meghan, su propio beneficio a partir de mí. No le intereso yo, me ha quedado bastante claro.

-No tenemos que fingir todo el tiempo- la miro- además quería estar con mis amigos.

-Maxi, piensa en mi, en ti- dice seria - hace mucho que no estamos en el ojo público, creo que es momento de darle a la gente de que hablar, así no pensarán que lo hemos dejado o algo así, eso sería terrible.

-¿Terrible para ambos o para ti?

-Obviamente para ambos- dice digna.

-Mira, Meghan, tengo que ir con los chicos y sinceramente no me apetece hablar de estas cosas en este momento, dejémoslo para otra ocasión.

Me paro listo para irme, pero me detiene.

-Iré contigo- toma su bolso y camina hacia la salida.

-¿Qué?- la miro aterrado- Es una reunión de chicos.

-Deja esa bobada, Max- dice fastidiada- solo quiero pasar tiempo contigo.

Abro y cierro la boca, alucinado.

Solo Ella • Max Verstappen Where stories live. Discover now