Juguemos a pensar cuántos tiempos tiene el amor.
Hemos amado desde que la razón nos regaló el sentimiento,
amábamos con inocencia y paz.
Nuestro primer amor fue descubrir la idea de poder amar.Crecer fue entender que habíamos amado algo nuevo, alguien nuevo.
Amamos y amamos tanto hasta que aprendimos y dolió.
Rebeldía fue saber qué habríamos seguido amando con irracionalidad y fulgor.Estar es decir yo amo.
Amo en presente y lo presente, también lo platónico y lo incoherente.
Que yo ame o haya amado, amara o hubiera amado, amase o hubiese amado,
es la rima del ahora,
es jugar con el verbo más sentido que nos ancla a la vida,
la posibilidad de estar y ser,
amando y amado.Permanecer es soñar con la existencia de lo que amaremos.
Es la dulzura de imaginar lo que amaríamos,
el deleite de lo que habremos amado.El futuro es un instante del presente en el que decimos: te amaré,
en el que pensamos: te amaría,
en el que sabemos que sin importar el tiempo o los verbos,
hubiéramos amado.Amemos en pasado, presente y futuro,
amemos perfecto, imperfecto, y simple e imperativo,
con nostalgia y culpa, con devoción y anhelo, con dolor y gloria,
con un te amé, me amo y nos amaremos tanto,
que no sea nunca y sea para siempre.Hagamos que el tiempo enloquezca de amor,
hasta que él mismo se conjugue y nos dé la razón.
ESTÁS LEYENDO
CON JUGAR EL AMOR
PoetryJuguemos a pensar cuántos tiempos tiene el amor. Un escrito sobre las posibilidades de jugar con la palabra y conjugar el amor.