Girasol ; Muichiro Tokito [EN EDICIÓN]

Capítulo 22; "El 'bicho' perdido"

-¡Hola, bienvenidos al entrenamiento de la residencia Suzuki!

-¡Nos enseñaras a pelear! ¿No? -Hablo un chico con... Cabeza de Jabalí.

-Eh... No exactamente.

-¡Entonces pasame a otro pilar!

-Creo que te equivocaste y no sabes en que posición estas cabeza de Jabalí.

-¿Como me llamaste?

-Ca-be-za de ja-ba-li ¿Algún problema?

-¡Muchos!

-¡No me importa, mocoso! ¡Mas te vale que te vayas a sentar porque vas a estar en serios problemas!

Después de esa mini discusión me tranquilice y fui a hablar de cuenta con el chico.

-Oye... Disculpa. Te hable más.

-Bueno, que bien que hayas reconocido tus errores.

-¿Eh? -Lo mire.

-¡Te reto a una batalla!

-No.

-¡Dale!

-¡No!

Y empezamos a pelear de vuelta.

En una de esas tantas discusiones descubrí que el chico se llamaba Inosuke, y que casualmente era un gran amigo de Tanjiro.

-Wow Tanjiro... Un solecito como tu no puede estar con... El... -Mire al tal Inosuke, que ahora mismo estaba retando a cada uno de los cazadores que se encontraban en la finca.

-Si... Bueno... Pero si sigues estando con el te acostumbraras... No es mal chico Aiko-san... Solo... Dale paciencia.

-Voy a confiar en tu palabra Tanjiro...

Pasadas unas horas descubrí que Tanjiro tenía razón. Y que el chico no era tan malo, solamente era su personalidad, pero si le seguias la corriente, se relajaba.

-Bien Inosuke. Me di cuenta que tenemos muchos m común, ¿porque será?

-¡No lo se! ¿Quieres pelear Suiko?

-Te dije que me llamó Aiko. A-i-k-o -Deletre mi nombre -Ahora dilo tú.

-Miako

-¡No! Repite conmigo... A...

-A...

-Ai...

-Ai... -Repitió.

-Aik.

-Aik..

-¡Aiko!

-¡Suiko!

-¡¡No!!

Dios... Dame paciencia y no fuerza que lo mató.

-Bien... No importa... Ve a entrenar.

Después de decirle eso entre a mi finca y me senté en la mesa para comer algo, pero la puerta fue tocada.

Fui a abrirla y allí estaba Iguro.

-¿Señor Iguro?

-¡Aiko! ¿No viste al bicho?

-¿Bicho?

¿Quien era exactamente 'el bicho' para el?

-¡A Kaburamaru! Peleamos un poco por... No importa, y se enojó y se fue.

-Señor Iguro... Solo usted se puede pelear con una serpiente... Y no... No la vi... -Estaba intentando aguantar la risa.

-Bien... Entonces creo que pasaré a revisar... El bicho ese seguro vino hacia aquí y no lo viste.

-Pasa entonces.

Cuando me moví a un costado para dejarlo pasa pude ver por el rabillo del ojo a la serpiente esconder en una pared de la puerta que estaba allí al lado.

Pude reconocer como me miraba piendome ayuda para que la esconda y el no la encuentre.

-¡Señor Iguro! ¡Siga buscando! Yo tengo que salir para... Para algo.

-Si, si, ve. -Murmuro distraído mientras se fijaba abajo de la mesa.

Salí de la finca y agarre a la serpiente a escondidas.

-Ay dios Kabu... Sabes que si te encuentra te va a matar, ¿no?

La pequeña serpiente asintió.

-Bien... Ahora... ¿Donde te podemos esconder?

Pensé en varios lugares, pero Iguro cuando se enojaba buscaba en la más mínima roca.

-¡Ya se! ¿Y si te escondes abajo de mi haori? El no se fijará aquí.

El animal pareció dudoso por unos minutos, pero terminó asintiendo.

-Bien... -Levante una parte del haori para que la serpiente entre allí -Quedate ahí y no te muevas.

Entre de vuelta a la finca y pude ver como Iguro seguía buscando. Intente pasar desapercibida caminando en puntitas de pie para llegar al patio.

-¿La encontrarse Aiko? -Me preguntó.

-E-eh... ¡No!

-Esta bien... Cuando encuentre a ese bicho lo voy a matar... -Habló, y en ese instante pude sentir como Kaburamaru temblaba.

-Okey... Yo... ¡Me tengo que ir! ¡Adiosito! ¡Suerte!

Y así, fue como Aiko pude salir exitosa escondiendo a la serpiente para que el pelinegro no la encuentre.