2."Normas del aguafiestas"

Comenzar desde el principio
                                    

Cuando finalmente se voltea y se dirige hacia nosotros puedo verlo mucho mejor. De lejos se me veia guapo, pero ahora que lo tengo mas cerca... madre santísima, este hombre parece Dios griego!!.

Y ni hablar de su cabello pelinegro repleto de rizos de distintos tamaños. Sus rizos son de esos que no puedes evitar no preguntar algo como...
¿puedo tocarlos?.

Amo a los chicos con cabello rizado, siempre han sido mi debilidad.
—esto tampoco no lo tiene porque saber Russ—.

Lo veo de arriba abajo, tiene ropa ancha pero se nota que hace ejercicio. Gracias a su piel blanca como la nieve alcanzo a notar el color de sus ojos; son de un tono azul verdoso. Son preciosos.

Este chico es perfecto, y se que no existe la perfección, pero este tipo es hermoso.

Y aunque se que tengo que dejar de verlo no puedo evitarlo.

— Bueno, iré a la cocina por desayuno, los dejare un rato solos para que vayan conociéndose. —dice mi padre

— Pero ya nos conocíamos no? —dice Easton mientras mete sus manos en sus bolsillos.

— Si lo se, pero Elizabeth no se acuerda de ti, estaba pequeña en aquel entonces.

—Y si que estaba pequeña, ahora esta muy....

— Muy?.. —pregunto, con curiosidad .

Lo observo por unos segundos en busca de alguna respuesta.

— Nada — dice finalmente.

— Entonces ahora vuelvo —dice mi padre antes de marcharse.

Cuando estamos solos Easton y yo, el silencio no se siente nada incomodo, de hecho aprovecho para verlo un poco mas
Y allí es cuando me doy cuenta que el también lo esta haciendo, desde hace un rato para ser exactos, solo que no lo había notado porque yo también estaba asiendo lo mismo, pero aun así es mejor que diga algo, sino puede sospechar sobre lo que estaba pensando de el hace un momento.
— Ya terminaste? —digo, burlona

— Eh? —parpadea un par de veces, confuso.

— Me estas viendo mucho —aclaro.

— Tu igual lo estabas haciendo —sonrie de lado.

— Pero es porque no te había visto en mucho tiempo —miento.

— Tienes razón, han pasado ya diez años.

— Si, ahora ya soy mayor

— Que edad tienes? —pregunta

— 20 años —miento de nuevo.

Quiero que piense que soy mayor, talvez así me trata como tal.

— 20?.. —pregunta, enarcando una ceja

— Si, por?..

— No puedes tener 20 —niega con la cabeza.

— Porque no? —me cruzo de brazos.

— Porque yo tengo 21 y soy tres años mayor que tu.

Suspiro.

— Ok ok, tengo 18

— Oh...

— Que? —frunzo el ceño.

— Aun eres muy pequeña para mi

— No soy pequeña!, tengo 18, ya soy mayor.

— Si si claaaro — dice burlón

— Pues si. Y a que viene eso de que sea para ti?

"Rompiendo las normas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora