Amando cada parte de ti

398 33 2
                                    

Miguel no era un hombre emocional ni mucho menos alguien sentimental por supuesto no lo era desde la perdida de su pequeña Gabriela; su hija, y se obligó a si mismo a jamás serlo a olvidar lo que era amar y ser amado, a la felicidad algo primordial para el ser humano como un castigo por su propio egoísmo sin derecho a nada más que la soledad y el dolor...y estaba bien con eso, con despreciarse día y noche sin ningún tipo de consuelo ni piedad, a hundirse en el desgarrador sentimiento de la culpa.., el remordimiento... El odio, asignando se a si mismo a ser el protector y cuidador de la fina tela que podría desgarrar el multiverso para evitar que sus errores volvieran a ser repetidos y estaba bien con ello. O era de este modo hasta que Peter B. Parker el Spiderman de la tierra 701 llegó como un maldito huracán a acabar con la tranquilidad de su vida sin ningún tipo de conciencia como una gran patada en la entrepierna o un maldito mosquito que no conoce el espacio personal, destrozó los muros que encerraban el frío corazón de Miguel O'Hara y decidió simplemente asentarse en este sin importarle nada más, ignorando como si fuera una leve brisa lo tosco o estoico que Miguel podía llegar a ser, porque incluso si llego a correrlo de manera indirecta, si le pedía espacio o si por un maldito demonio le ordenaba que se alejara Parker simplemente fingía demencia y se quedó a su lado sin importarle ni un poco si Miguel estaba de humor para matar a alguien o no, siempre ignorando al hombre a su persona y haciendo todo a su santa voluntad.

Cómo lo detestaba; detestaba cuando al conocerse Peter le hablo como a un viejo amigo exclamando a diestra y siniestra lo increíble que le parecía él, sus poderes y su traje, lo sorprendente que era su trabajo y lo mucho que ya le admiraba. Aborrecía lo positivo que era el hombre, sus grandes sonrisas contagiosas, las risas escandalosas que nacían de su pecho y retumbaban como una irritante sinfonía. Le disgustaba lo infantil que podía llegar a ser jugueteando en la sala principal columpiando se en su telaraña de un lado a otro, siguiéndolo como un cachorro y buscando constantemente su atención. Le molestaba lo terco e imprudente que podía llegar a ser prefiriendo seguir luchando contra un enemigo al que no podía vencer que retirarse como él mismo le había ordenado, ignorando claramente una orden directa que obviamente pone su vida en peligro, haciendo que su pecho se retuerza en una especie de desesperación y un corazón inquieto que solo se apacigua cuando el mismo interfiere en la batalla y se asegura que Peter no se encuentra herido solo entonces podrá reclamarle su estupidez. Por supuesto era obvia su indiferencia al hecho de lo mucho que la presencia Parker parecía encender miles de luces incluso en el rincón más obscuro del multiverso como una luz de esperanza en la más cruel agonía, al igual que un gigantesco sol en el infinito universo. Y lo más indignante de todo era cuando su corazón saltaba de alegría al verle, al sentirlo cerca y al oler su presencia en todo su alrededor, no era posible lo enorme que se había vuelto su necesidad de tenerlo cerca y añorar sus sonrisas cuando pasaban algunos días sin verse, odiaba lo que sentía su corazón no quería hacerlo deseaba apuñalarase el mismo, parar los desenfrenados latidos de su órgano vital, recordarse a si mismo que no merecía la felicidad que Peter le otorgaba.

Pero la vida nunca es como queremos de hecho la vida es todo menos eso, es caprichosa, cruel y egoísta, por eso es que Peter B. Parker el Spiderman de la tierra 701 se cruzó en su camino, en la misión de su vida, en su destino y por ello su animosa existencia se aferró con fuerza a la solitaria de Miguel para brindar le un consuelo a su rota alma, un corazón nuevo a su pecho, una cura a su espíritu y una nueva oportunidad para amar a su ser. ¡Y cómo lo intento! ¡Deberás que cómo intento alejar a Peter de él! Porque sabía lo que Peter podía hacerle, porque sabía lo que él podría hacerle a Peter, porque sabía lo que ambos causaban el uno al otro y no soportaría perder de nuevo a alguien tan importante para él.

Intento con todas sus fuerzas físicas  alejar las imágenes de la sonrisa de Peter de su mente, los leves roces de sus cuerpos de su piel que quemaban mayormente en sus manos, las miradas cómplices de su conciencia, la voz retumbante en sus oídos pero simplemente no pudo, y después de tan poco tiempo se dio cuenta de que eso no era lo que quería porque su ser completo le rogaba por Peter y su mente finalmente se rindió a su imagen, ya no quería no poder tocarlo no poder sentirlo, no poder amarlo.  Sabiendo perfectamente que antes de Peter no había amado tan fuerte como lo hacía ahora con tanta devoción, con tanta franqueza, con tanto deseo, con tanta ¿Dulzura?

Amando Cada Parte De Ti /Spiderdads/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora