Esta historia esta basada en lo que viví en mi realidad deseada, habrá cambios en las escuderías, en las fechas y en los resultados que hice para que la línea se desarrollara.
En mi RD Michael Schumacher no tuvo su accidente así que el se encuentra...
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Supe que estaba enamorada de Max a los quince años cuando el me conto que le había pedido una cita a Seychelle de Vries. Al principio no entendia lo que pasaba hasta que mi madre me abrio los ojos."Estas enamorada, cariño" Aun podia oir esas palabras en mi cabeza, incluso ese dia sufrí un accidente en plena carrera.
—Lex —parpadeé al sentir los dedos de Charles chasquear enfrente de mi cara.
— ¿Qué? —aleje esos pensamientos de mi mente, no necesitaba distraerme en horas antes del inicio del Gran Premio de Baréin.
—Acaba de venir Mattia —se cruzó de brazos—. Es hora de prepararnos.
Suspiré—. Mierda, quiero vomitar —con rapidez até mi cabello en una trenza.
—Tranquila, no es como si la gente esperará lo mejor de ti después de ser la primera mujer piloto en ganar el Campeonato el año pasado —sé que Charles intento aligerar el ambiente pero definitivamente me hizo sentir peor.
—No debiste decir eso —di un saltito en mi lugar—. ¿Sabes qué WAGS están en el paddock? Además de tu novia.
Rodé los ojos, realmente no me caía bien la novia de Charles pero la toleraba por mi larga amistad con el monegasco.
— ¿Por qué la pregunta? —alzó una ceja—. ¿Quieres saber de una en específico?
—No —camine hasta mi traje deshaciéndome de mi camiseta polo—. Sigo sin entender...
— ¿Entender qué? —recargo su mentón en la palma de su mano mirándome fijamente.
Negué divertida—. Trato de entender por qué sigues en mi cuarto si deberías estar preparándote —le dije poniéndome la camiseta interior—. Ándale, vete.
—Que grosera eres —me sacó la lengua—. Yo quiero saber el chisme.
—Vete, vete —lo empujé un poco.
La verdad era que disfrutaba volver a ser compañera de equipo de Charles. Habíamos corrido junto a Max por años que creamos una amistad inseparable, al principio Max y Charles no se llevaban por unas diferencias pero yo, al ser amigos de ambos, los obligué a llevarse bien y funcionó.
Una vez con mi traje puesto y amarrado en mi cintura me dispuse a calentar y prepararme mentalmente para la carrera. Tome la cuerda que descansaba en el escritorio y me coloqué mis airpods dispuesta a alejar mis nervios.
Después de un arduo trabajo con psicólogos y neurólogos había descubierto que ciertos artistas lograban calmar mi ansiedad antes de cada carrera. Una de ellas era Taylor Swift.
