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─ (Mierda... mierda, mierda, mierda..!) ─ sentía que ya no tenía fuerzas para seguir, en cualquier momento sus piernas le iban a fallar. Quería descansar, pero si lo hacia lo atraparian y de seguro lo mataban allí mismo.

Sentía como seguían tras de él. Era como si sus fuerzas fueran mucho más conforme el tiempo pasaba. Miro un árbol algo grande, al querer acercarse para esconderse en el, resivio un flechazo en el cuello, causando que perdiera el equilibrio y cayera. No se habia fijado, pero lo hizo cuando iba cayendo.

El árbol estaba cerca de un acantilado. Por eso al caer no sintió ningún golpe, solo el aire cerca de su oído y luego un fuerte golpe..

─ Ah!... uff, uff... ─ se agarro el cabello y se lo llevo para atrás. Estaba sudando frío ─ (otra vez...) ─ ya va siendo la.. mejor dicho ya perdió la cuenta de todas las veces que lo soñó. Era una pesadilla que se repetía todo el tiempo que él intentaba dormir. Se levantó para ir a lavarse la cara.

Hace alrededor de 251 años que comenzó a vivir en esa cueva grande bajo una cascada. Terminó cerca de ese lugar y por el miedo de que algo malo le pasará se adentro a esta. Luego, cuando salió el sol pudo apreciar mejor el lugar. Al final lo hizo su hogar, donde se mantenía a salvo de los tipos que lo perseguían, de seguro ya estaban muertos, pero era mejor no arriesgarse.

El ser un "mounstro" tenía sus.. ventajas y una de esas era el no comer. Podía pasar un largo periodo de tiempo sin ingerir comida. Eso al principio lo asusto, luego lo vio como una ventaja. Solo salía de noche para cazar al menos un conejo o jabalí para cocinarlo, algunas veces se encontraba con algunos híbridos y le daban algo de comida, como verduras o frutos. ¡Le gustaban las fresas! Son sus favoritas.

Los híbridos al principio le tenían miedo, pero con el pasar del tiempo fue desapareciendo. Ahora lo consideran parte de su manada o familia. Eso le agradaba, al menos ya no estaba tan solo..

─ Iré a visitarlos hoy, hace mucho que no los voy a ver. ─ con esa idea en mente se alistó con una yukata de color simple (regalo de una coneja hibrida) y salió de su cabaña (esta dentro de la cueva) para ir a su destino.

En el camino todo iba bien, hasta que una fuerte fiebre asoto su cuerpo de manera repentina.

Oh no... ─ se habia olvidado por completo que día era! ─ mi celo... ─ tenía que apresurarse y salir de ese lugar, el hogar de la família de conejos no estaba tan lejos de donde él se encontraba, ellos le podían dar de esa medicina rara para calmar su celo.

Creía que estaba solo.. que equivocado estaba.

─ ¡Suelteme por favor! ─ de los arbustos salió una.. cosa. No parecía ser de los alrededores, nunca antes lo había visto. Tenía una piel muy fría y gris, sus garras eran muy largas y sus ojos brillaban en medio de la oscuridad.

─ Oh~ pero que lindo eres~ ─ lambio su cara con tanta confianza que lo asqueo demasiado. Por su celo no tenía la fuerza suficiente para alejar al hombre de encima suyo. Toda fuerza desaparecía y su vista se comenzaba a nublar. Las feromonas de ese tipo eran muy fuertes, tal vez era un alpha dominante.

─ P-por.. ah.. favor... ugh ─ tenía miedo. Demasiado. Nunca en su vida le había pasado algo como eso.. mentira. Solo una vez lo hizo, pero el chico de cabellos rojizos/burdeos habia sido gentil al momento de tocarlo, pero ese tipo le daba asco. No quería hacer eso otra vez... solo con el chico de ojos rojos hermosos.

Mentiroso (𝙔oriichi 𝑥 𝙈uzan)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora