Through my head (Larry Stylinson) (Actualizaciones Lentas)

XII. Everyday

Everyday de Ariana Grande con Future.

—¡Voy al baño! —le gritó Zayn por encima de la música.

—Igual yo, me estoy meando —le dijo Niall y ambos salieron de su vista.

Le dió otro sorbo a la lata de vodka que traía en su mano, su padre lo mataría al verlo así. Por suerte se quedaría a dormir en casa de Liam, aprovechando que su madre estaba de viaje le pidió permiso a su papá para dormir en casa de su amigo.

Liam se había perdido entre la multitud y ahora Louis se encontraba solo, movía su cadera al ritmo de la música. Al dar una vuelta su mirada se encontró con una esmeralda.

Harry lo observaba desde unos metros, él se encontraba bailando con una chica.

Louis sonrió pícaro, de pronto tenía mucho calor y su visión se había vuelto borrosa. Cerró los ojos y siguió bailando sabiendo que cierto rizado lo vigilaba del otro lado.

La temperatura del ojiazul estaba al máximo y abrió los ojos al sentir unas manos pasar por su cintura, como si fuera un abrazo.

—¿Crees que no sé que has hecho eso apropósito? Sé tus intenciones Louis, no juegues conmigo —le dijo Harry al oído.

El más bajo volteó para verlo. Joder, tenía mucho calor y no podía pensar con claridad.

—Cállate —le dijo él.

—Cállame —lo retó Harry.

Louis tiró de su camiseta para hacerlo, pero Harry lo alejó.

—No —dijo firme.

—Pero me dijiste que te callara, te iba a besar —protestó Louis, estaba borracho.

—No así, Louis, estás ebrio y no estás pensando con claridad. Sí quiero que me beses, pero no así. No sería justo para ambos— dijo Harry y tomó su mano.

Lo arrastró escaleras arriba sin soltarse de las manos.

Sin que lo notaran, alguien les tomó una foto.

Harry abrió la puerta de cualquier habitación y vaya coincidencia que era el cuarto dónde Louis dormiría.

—Yo no amo a Mike, ¿sabes? —dijo Louis sentado en la cama.

—No me digas —dijo Harry siguiéndole la corriente. Estaba buscando alguna pastilla en los cajones.

—Sí, no lo amo. Es que creo que me gusta alguien más, pero...no estoy seguro —estornudó.

—Salud. ¿Quién te gusta, entonces? —seguía rebuscando entre los cajones.

—No, no, no te lo puedo decir porque es un secreto —contestó risueño.

El rizado se contuvo de rodar los ojos.

—Soy bueno guardando secretos, ¿sabes? —habló Harry. No había ninguna pastilla en los cajones.

Miró a Louis que le estaba dando una mirada de burla.

—¿Qué? —le volvió a preguntar el ojiverde.