❝ No me importa lo complicado que sea esto, te quiero. Me alegro de haberte conocido, espero que lo sepas ❞
Las leyendas x lectora
La leyenda de La Nahuala ✔️
La leyenda de La Llorona ✔️
La leyenda de las momias de Guanajuato ✔️
La leyenda del Chup...
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Ahora Leo y Jade se encontraban en el techo de la iglesia viendo hacia abajo, los relámpagos que ocurrían de vez en cuando iluminaban por segundos las escaleras bajo el agua y dudando un poco saltaron al agua, siguiendo la entrada hasta llegar a la superficie y poder respirar. Dentro era como un túnel, había raíces de lo que suponían eran de árboles y madera rota por doquier.
Jade permaneció en su lugar indecisa siguiendo con la mirada a Leo quien subía a la cúpula a medio paso del lugar para poder ver mejor a sus alrededores y una vez que obtuvo lo que quiso, bajo de la cúpula, tomando decisivamente la suave mano de Jade, quien se vio arrastraba por Leo en cuestión de segundos, aunque Jade frunció el ceño sin saber a donde iban cuando llegaron a una de las miles de raíces y meterse por debajo, ahí se encontraban todos los niños perdidos, incluyendo a Kika, quien dormía plácidamente.
Jade jadeo en sorpresa cuando sus ojos se posaron en la pequeña niña y no dudó en correr hacia Kika.
—Kika, Kika —Jade susurró moviéndola pero esta no abría sus ojos. Y la llorona ya estaba en el lugar, por lo que Leo arrastró una vez más a Jade, escondiéndose detrás de lo que seria la cama de Kika
La llorona acomodo la manta de Kika y comenzó a tararear una melodía. Cuando la llorona se apartó de Kika Leo tomó la oportunidad para asomar su cuerpo, le quitó la manta y la levantó con cuidado antes de comenzar a huir con una Jade nerviosa de su lado. Un movimiento en falso y todo se iría abajo.
—Los está cuidando. No les hace daño —Leo exclamó con sorpresa. Si bien ninguno de los dos esperaba esto
—Es que nunca me haces caso San Juanito —Kika dijo somnolienta, entonces la llorona noto la ausencia de Kika y comenzó a buscarla por todos lados preocupadamente
Todo iba bien o eso fue hasta que Leo piso una rama en el suelo y alertó a la llorona. Jade abrió los ojos a más no poder, siendo la primera en salir corriendo cuando la llorona comenzó a seguirlos.
Entonces cuando Kika finalmente se despertó, ella comenzó a gritar al notar a la llorona detrás de ellos, con aquellos ojos rojos que te helaban la sangre.
—Córrele San Juan, córrele! —Exclamo Kika jalando su cabello negro
—Suéltame! —Leo exclamó de vuelta, aunque al subir encima de la cúpula y miro para abajo se detuvo en seco, con su otra mano alcanzando a tomar la de Jade quien casi resbalaba
—Que no paren!
Jade mordió su labio inferior esperando no arrepentirse de lo que iba a hacer, ella apretó su agarre en la mano de Leo y así esta se lanzó por la cúpula hasta llegar dentro de un lugar muy diferente al que ya estaban. Jade gruño del dolor, probablemente este sea un buen momento para arrepentirse. Leo se apresuró en ayudar a ambas chicas a levantarse del suelo, arrastrándolas hasta un rincón para poder esconderlas.
