Spark (Zuko x Male Oc)

Capitulo 16

- ¿Crees que sea por tu magia o por ...?  - Katara no sabía si mencionar lo último, era la única a la que le había contado un poco más sobre como acabé aquí, no todo, yo no me sentía cómodo hablando de eso, pero había mencionado el asunto del "anodita", en el cuál evitaba pensar (así como de donde había salido mi libro de hechizos), pero en realidad no tenía idea cuál de las razones que ella mencionaba podía ser la culpable de esto (aunque con lo bien que me sentía, no iba a quejarme), por lo que sólo me encogí de hombros.

Ví la mirada curiosa y algo molesta de Aang (al parecer los monjes también sentían celos), por lo que no pude evitar sentirme divertido, Katara sin duda era bonita, pero yo sabía que estos dos sentían algo el uno por el otro y Katara era más mi mejor amiga que cualquier otra cosa. (- Además, lo que dijo la tía Wu... -) Sacudí la cabeza para olvidar aquello, su profecía para mí era algo que no estaba seguro de creer, después de todo, ella casi había hecho que su pueblo fuera destruido (- Aunque claro, técnicamente, ella dijo que el pueblo no sería destruido, no que el volcán no haría erupción -) Con un movimiento de mi cabeza, decidí sacar esos pensamientos de allí, me sentía muy bien aquí como para amargarme, iba a disfrutar hasta encontrar a Appa (incluso si una parte de mí se preocupaba por él y Momo).

                                                                                       ..........

- ¡AHHHHH! - Esto era típico, me voy a dormir relajado y repentinamente unas lianas me arrastran a través de un pantano (bueno, tal vez no típico, pero sí algo que seguramente pasaria), sin embargo, yo no lo iba a permitir y por alguna razón, sabía que, incluso con mis manos atadas, en este momento podría lanzar un hechizo, así que eso hice.

- ¡Malditas lianas, estaba muy feliz! ¡¿qué les parece esto?! ¡"Turbo"! - Rápidamente, un vórtice de aire se formó a mi alrededor y se extendió hacía afuera, sacándome del enredo de las lianas.

- ¡Ja, yo gano, tontas lianas!... Bueno, ahora incluso hablo con las plantas, oficialmente me volví loco - Dí un suspiro ante mi pérdida progresiva de cordura y miré en todas direcciones buscando un indicio de por dónde ir para hallar a los demás, sin embargo, cuando giré hacía atrás, un deslumbrante brillo purpura en medio de la penumbra llamó mi atención, por lo que, inconscientemente, me moví en esa dirección.

Mientras me acercaba, saltando por sobre las ramas, el brillo se hacía más deslumbrante, y sin darmé cuenta había entrado en un pequeño trance que crecía entre más me movía hacía el, algo que normalmente no haría, de todos modos, hipnotizado como estaba continúe con mi camino y tras cruzar varios metros, la ví.

(- ¡¿Pero qué demonios...?!-) A pesar de que seguía en trance, no pude evitar pensar aquello con asombro puro, mientras mis piernas se movían solas y me acercaban a la criatura que estaba frente a mí. Era simplemente irreal, parecía sacada de otro mundo, era una criatura claramente masculina, al menos eso parecía por su silueta, ya que en realidad no tenía apéndices que me lo confirmaran, era casi de mi altura y su ¿piel? era de un tono purpura extremadamente oscuro, pero brillante, mientras que su cabello era de un color blanco puro (también brillante), flotando relajadamente alrededor de su cabeza y cuello, con todo, la criatura parecía un ser místico (si es que existían). Pero no fue su apariencia lo que me dejo anonadado, era el aura a su alrededor, cargada con tanto brillo y poder, que sentí que podría eliminarme soló pensándolo, sumado al hecho de que estaba flotando despreocupadamente a un metro del suelo, con una sonrisa en su cara (sus ojos también tenían ese color blanco puro brillante) como si hubiera nacido para ello, fue todo eso junto lo que me dejó ahí, a unos metros de su forma flotante, aterrado y fascinado.

-Ja, no me digas que quedaste mudo, pequeño disfraz de carne - Su voz, que poseía un extraño eco, fue lo que me sacó de mi ensoñación, por lo que parpadeé rápidamente y sacudí la cabeza, recuperando mis facultades mentales y recordando lo raro que había actuado, sin embargo, cuando abrí los ojos otra vez, el ser, su brillo sobrenatural y su poder, no se veían ni sentían por ninguna parte.