Y en últimas noticias, Jaden.

A él últimamente no lo veía. Según escuchaba que le decía a su primo es que estaba realizando unos tramites muy importantes para él. Había observado que su trabajo es bastante sencillo porque trabaja en línea, pero también es muy cansado para él. Lo sé porque cada día que tiene reuniones en la tarde y estas terminan, él simplemente se va a dormir.

Nuestra relación se había enfriado tanto hasta el punto de que ya no quedaba casi nada de nosotros.

Y mentiría si dijera que no me duele, porque en verdad me quema verlo y no poder tocarlo. No poder hacerle bromas o el simple hecho de no poder hablarle me jode.

Ni yo entiendo por qué es tan difícil olvidarme de él. Es tan difícil no tenerlo en mi mente a diario, es tan complicado tratar de olvidarlo.

Y siendo sincera, dudo que pueda hacerlo.

Ahora en este preciso momento voy a una velocidad impresionante casi llevándome a niños conmigo mientras intento llevar el control de la bicicleta. Pero claro, pierdo el  control total de esta mientras bajo la colina y caigo de cara al pasto.

Así como perdí el control de mi vida, así perdí el control de la bicicleta. Justo así.

Escucho las carcajadas poco disimuladas de Isair y Melanie. Hannah corre hacia mí y se apresura en ayudarme a levantarme mientras ella también se ríe.

Deja a los demás en la cima de la montaña y me ayuda a arreglar el desastre que soy.

—Quedan 3 días para tu cumpleaños, Ashley, ¡intenta no matarte, por favor!

Yo intento ponerme de pie con una mano en mi espalda. Joder, que gran golpe que acabo de darme.

—Preferiría no llegar viva. La verdad.

Hannah me observa atentamente y sonríe. Yo la miro curiosamente y entrecierro los ojos a su dirección. Está actuando rara desde que llegó.

—¿Qué?

—¿De qué?

—Estás rara.

—Sí yo siempre estoy rara.

—Ajá —digo poco convencida.

Cuando ella termina de recojer la bicicleta suelta un suspiro frustrado y me ve. Lo duda unos momentos en los que pone sus manos en mis hombros y pone una cara de lastima.

—¿Cómo no voy a estar rara si acabo de conocer al chico más guapo que jamás he visto en mi vida y yo estoy vestida como si fuera a la esquina de mi casa?

Yo volteo a ver su atuendo mientras ella todavía tiene cara de lamentarse de haber nacido. Que yo sepa no estaba tan mal para una salida de chicos... si hasta iba mejor vestida que yo. Hannah tenía un sentido de la moda envidiable. Llevaba puestos unos pantalones un poco holgados color café claro y un top del mismo color. En su pelo llevaba atorados unos lentes cafés fuerte y así de simple se veía demasiado bien.

Yo frunzo el ceño y la miro extrañada.

—¡Si te ves guapisima!, y no te apures, no es para tan...

—¡¿QUE NO ES PARA TANTO?!

—Bueno... quizá sí que está algo guapo, pero...

—Necesito invitarlo a salir.—se lo piensa unos momentos y despues de unos segundos me voltea a ver con unos ojos de cachorrito herido. Yo doy unos pasos atrás aterrorizada, ya puedo imaginarme lo que quiere pedirme, así que me le adelanto

—Ni de coña.

—¡Ashley!.—me da un manotazo en el brazo—.No hables así de mal...

La miro confusa y termino negando con la cabeza lentamente.

El día que la luna dejó de brillar. Where stories live. Discover now