La Copia [Alucard X Reader] (Versión Original)

Prólogo

Cierra los ojos y nos habrás.

Aprieta con fuerza tus manos en tus oídos.

Soporta la respiración por unos minutos.

Y cuando menos lo esperes, el terror habrá pasado.

Era la lista de cada noche que se hacía aquella pequeña. No porque ella lo deseaba, si no porque se sentía segura cuando quería escapar de la realidad, la realidad de que sus padres se odiaban entre si, al punto de golpearse uno con otro. Ella lo odiaba, lo odiaba a más no poder, así que solo corría a la azotea de su casa y no bajaba hasta que no hubiera ningún ruido o hasta que nuevamente escuchaba el silencio de la paz o hasta que simplemente uno de sus dos padres la llamara para ir a dormir.

Itamury era una niña que había nacido en un pequeño pueblo retirado de la ciudad de Inglaterra, mismo pueblo en el que se la pasaba siendo maltratada de una persona a otra. No porque tuviera mala fama, tampoco porque fuera una niña malcriada o porque causaba problemas, solo fue un cambio repentino que sucedió de la noche a la mañana. Un cambio que hasta el día de hoy no obtuvo alguna explicación o alguna respuesta de ello, de igual forma ella ya estaba acostumbrada a estar sola, y no es que fuera algo que en realidad le gustará, después de todo se acostumbro un poco a la ausencia de sus padres en varias épocas del año.

Juguete desecho, así se había nombrado así misma. Así que solo dejaba todo pensamiento negativo aún lado y se concentraba en estar tranquila, aún que su tranquilidad era algo que no podía tener al cien por ciento. Tampoco es que podía controlar sus emociones negativas, después de todo era algo normal tener ese tipo de pensamiento, eso la hacía sentir viva y eso la había sentir humana.

Ella siempre estaba en esa situación. Sola mientras trataba de no ser afectada por problemas que no eran de ella, pero aún así le afectada demasiado, era su casa en la que se convirtió en campo de guerra, era su hogar el que se estaba cayendo en pedazos cada día, y ella era la que lo mantenía en pie; O eso quiso pensar, porque había veces que ella sentía que no pertenecía a ese hogar.

Siempre estaba sola o al menos hasta esa noche, porque a lo lejos de ella había visto una sombra sobre una rama de aquellos grandísimos pinos que estaban alrededor del pueblo y de los cuales tenía atrás de su casa. Hacía días que a lo lejos de su casa, encontraba una silueta de un hombre, un hombre que se encontraba de pie sobre una rama grande de pino, como si la mirara estar en esa situación y se burlara de lo patética que se miraba.

Se decía a si misma que solo era proyecto de su imaginación, o también proyecto de su miedo. A la edad que tenía era normal ver cosas donde no, por ejemplo que escuchaba ruidos cuando estaba sola en casa o cuando sentía que la seguían en el bosque cuando salía a buscar ramitas para hacer casas de madera para jugar.

Si bien al inicio lo ignoro, no podía evitar sentirse cómoda y a la vez inquieta. Era como si fuera buena, esa compañía sospechosa, pero a su vez tenía miedo de que un día solo se acercará y se la llevará, aún que ser raptada no era tan mala idea. Pero eso no me quitaba su miedo de que más allá de ser raptada, podría hacerle daño a sus padres o ella, también estaba la sospecha de que tal vez quería simplemente hacerle sentir miedo.

Así paso su tiempo: Miraba con atención aquella silueta y luego el cielo, hasta que se aburrió y simplemente se dejó caer hacia atrás y mirar solamente el cielo. A sus doce años comenzó a sentir una fascinación hacía la luna y las estrellas, también a los atardeceres pero más a la luna.

Itamury no era muy rara que digamos, solo era rara a los ojos de los demás porque era una época en dónde si una chica le llama la atención algo distinto a las demás, era considerada alguien que no tendría futuro como esposa (o en escala peor, una bruja). Pero solo era una niña que comenzaba a hacer muchas preguntas sobre el mundo, por ejemplo: ¿Cuando se va a ir esa silueta de ese hombre?.