Reencuentro (He Tian x Mo Guansan)

Capítulo I

Todo está bien, todo estaría bien.

Las cadenas que antes los ataban habían sido rotas, son libres; había peleado contra el enemigo que intentaba matar a Jian Yi.

Los cuatro mejores amigos se habían enfrentado a sus pasados y derrotado esas sombras a las que tanto temían, todos reían en aquella playa, se acostaron en el suelo muertos del cansancio, con varias heridas en sus cuerpos pero están felices que todo había terminado.

El primero en llegar a buscarlos fue el hermano de He Tian, después un helicóptero llegó por ellos llevándolos a una zona más segura.

Llegaron a una de las desoladas y amplias mansiones de la familia Jian, trataron a los jóvenes mientras tenían una amena charla gracias a la amigable y sarcástica personalidad del Omega Jian yi.

La noche cayó, y se distribuyeron los habitaciones, claro que el pequeño Mo fue raptado por el demonio He Tian. El Alfa pelinegro decidió tomar una ducha después de su pareja, si es que se les podía llamar pareja, ya que tienen está extraña relación de amor y odio, claramente Mo teme aún mostrar sus sentimientos, la agonizante idea de que un Alfa y un Beta sean pareja, le hace pensar que toda la vida serán señalados, le revuelve el estómago.

Se sumió tanto en sus pensamientos que el Alfa pelinegro se emocionó al ver qué tenía a un indefenso pelirrojo en su habitación, sus ojos brillaron, sin embargo, algo en el ambiente se sentía extraño, es como un ligero aroma pero se siente agridulce, no le gusta mucho a decir verdad, pero el hecho de que pueda detectar por primera vez este olor, le da un hormigueo en todo el cuerpo, y siente un calor repentino.

Su Rut se adelantó, se mareo, lo que hizo que cayera de rodillas en el suelo, este sonido fue el que le hizo reaccionar al pelirrojo y auxiliar al Alfa.

- Oye ¿qué te sucede? ¿Estás bien? – le pregunta preocupado, antes de que el Beta pudiese tocarlo, el Alfa detiene su acción tomándolo de la muñeca.

- Creo que…es mi Rut… pequeño Mo, creo que será mejor que duermas en otra habitación – admitió He Tian, a pesar de que lleva meses esperando tener intimidad, no quiere que sea con el Rut, porque puede lastimarlo y no quiere un mal recuerdo para el Beta.

- ¿Y sí… no quiero irme? – respondió Mo Guansan. He Tian alza la mirada asombrado – tú… tú siempre estás para mí en todo, entonces a partir de ahora quiero… estar…también para ti – giró su cabeza, con su entre cejo pronunciado aunque todo su rostro y parte de sus hombros están tan rojos como un rubí.

He Tian lo observa detalladamente, brilla, lo deslumbra por tan pequeña pero sincera confesión, eso es lo que más le gusta de Mo, la sinceridad de su personalidad, y la pureza en su corazón a pesar del mal carácter, las malas palabras o la groserías, son solo una fachada de su verdadera forma, y le fascina que solo él ha visto todo eso de él.

Su garganta comienza a arder, su boca se seca, sus labios parece que tienen una picazón, sí es su Rut y ese Beta es lo único que él desea y anhela de corazón.

- Quiero dejar en claro… que te lo advertí, pequeño Mo – el Beta pelirrojo no tuvo tiempo de reaccionar cuando el Alfa se abalanza sobre él.

Creyó que se golpearía contra el suelo pero He Tian se encargó de que no fuese así, se fundieron en un apasionado beso, tierno y pervertido con la lengua del Alfa explorando la cavidad del Beta. “Embriagante” es lo único que puede pensar el peli negro, toma a Mo y lo lleva hasta la cama, lo deposita gentilmente; es brusco y torpe con cualquier cosa pero cuando se trata del Beta, se vuelve la persona más cuidadosa del mundo.

Interrumpieron su beso, Mo se estaba quedando sin aire, mientras se recupera, el Alfa no perdió ni un minuto, despoja al pelirrojo de sus ropas, dejándolo únicamente en boxer, el Beta se apena en demasía, se molesta por estar expuesto de tal manera, le avergüenza un poco su cuerpo, porque ya saben no es perfecto, su piel no es suave como el de un Omega, tiene algunas cicatrices de viejas peleas, lleva aún algunos parches y moretones de la reciente pelea que tuvieron, y bueno está musculoso, se intenta cubrir pero el Alfa se lo impide.

- Eres hermoso – es lo único que dice He Tian, mientras el color de sus ojos cambia completamente a un dorado. Mo se estremece pues sabe que está completamente domado por su instinto de Alfa.

Su cuerpo se erizó, no tiene miedo, más bien aquella nueva mirada profunda lo excitó.

Se volvieron a fundir en un apasionado beso, ágilmente el Alfa le quitó los boxer, ante está acción, Mo se molestó un poco, y despejó la única prenda que poseía el peli negro, una toalla que cubría la erecta intimidad del Alfa; al descubrirla el cuerpo del Beta tembló, una potente arma de He Tian, y este al observar al pelirrojo no pudo evitar molestarlo, tomo con algo de fuerza la cabeza del Beta, y la bajó hasta su parte íntima, teniendo Mo una vista más completa del miembro, no quería admitirlo pero se le hizo agua a la boca, el sonrojo en su rostro aumentó.

- Lámelo – ordenó el peli negro sin quitarle la vista.

Al principio Mo Guansan se resistió pero al sentir el pene rozando sus labios, una electrizante sensación cubrió su cuerpo, poco a poco fue abriendo su boca, el pre-semen sabe amargo, sabor que le fascina al peli rojo.

Introdujo primero la cabeza del miembro, y a medida que se fue relajando, su boca se fue abriendo más y más, hasta sentir en su garganta el pene, su nariz hacia cosquillas por el roce del vello púbico del Alfa, su mirada se volvió llorosa, acción que excitó al contrario.

He Tian se masturba en la boca de su novio, entrando hasta lo profundo de su garganta y saliendo, el peli rojo deja de fuera su lengua mostrándole el semen que ha dejado dentro, las venas del pene del Alfa resaltaron, emocionado, volvió a entrar en la cavidad bucal del Beta, así fue hasta que se vino unas 3 veces, Mo trago cada gota del líquido blanco, su estómago ardió pero se sintió bien.

El peli negro recostó al Beta, saco un bote rosado de su mesa de noche, escurrió un líquido en su mano, y sin previo aviso introdujo un dedo, a lo que Mo gimió, sintió un ardor en su interior, a pesar de solo ser un dedo, sintió que llega muy profundo, una vez que se relajo comenzó pequeños movimientos en el interior de su agujero, a medida que se fue relajando el Beta, fue introduciendo más dedos, hasta tener a 4, el peli rojo se desespero pues el Alfa se está asegurando de aflojarlo muy bien, pero él ya ansia tener la dura polla de su novio.

Lo detuvo, con su pie masajeó el miembro y le dijo al peli negro que está completamente listo para recibirlo; el Alfa apretó fuertemente sus dientes aquella vista y las palabras del Mo, lo excitaron tanto que deseo marcarlo a como diera lugar, sin importarle que la marca no durase o no se formará un enlace.

Tomo ambas piernas del Beta, las junto y recargo en su pecho, se froto un poco entre sus piernas, y cuando menos lo espero, se introdujo llenando por completo al Beta, quién soltó un fuerte gemido por la acción repentina, juró ver algunas estrellas en el techo, apretó fuertemente las sábanas y almohadas, He Tian respiro unos breves minutos, el interior está muy apretado y no quiere desgarrarlo, tomo el miembro del peli rojo y comenzó a masturbarlo, esto hizo que se relajase y se abriera más.

Cada uno de sus gemidos, He Tian los guardo en su memoria para nunca olvidarlo. Las estocadas se fueron pronunciando más, sale y entra del interior del Beta, llegando tan profundo que puede ver su miembro resaltando en su vientre, hizo estocadas más rápidas, que hicieron que Mo arqueé su espalda por el placer que siente, todo su cuerpo se entumece y hormiguea al mismo tiempo.

El Alfa siente que está por llegar al clímax pero aún no quiere, desea algo más, anhela más, besa los tobillos y pies del Beta, deleitándose con la vista que tiene, un pequeño pensamiento cruza su mente, tan fugaz pero tan claro.

“Ahh… un hijo tuyo sería hermoso” – ese pensamiento, hizo que su deseo se volviese más codicioso, lo quiere.

Mo se asusta un poco, algo en el interior se está acrecentando, toma de la mano a He Tian.

- Oye bastardo… no soy un Omega, no podrás embarazarme – se entrecortó su voz al sentir cada vez más y más el agrandamiento del pene una especie de bulto se esta formando en la base del miembro.

- Ya veremos – respondió engreído como siempre, Mo soltó varias maldiciones su cuerpo no está adaptado para recibir tal cosa, poco a poco, más y más profundo llega hasta que el que el bulto, se logra introducir completamente en el Beta, acción que lo hizo gritar como nunca antes, tuvo un squirt, mojando su pecho y parte de las sábanas.

Estuvieron un largo rato anudados, Mo lloró como nunca en su vida, pero por el placer que está sintiendo, el hormigueo que siente en su estómago se acrecentó un poco al sentir todo el semen del Alfa llenándolo por completo, He Tian se encargó de esparcir besos por todo su rostro, mordió dulcemente su cuello mientras deja algunos chupetones, quiere dejar en claro que desde ese momento que el Beta es suyo.

             >>>>>>>>>><<<<<<<<<

(A la mañana siguiente).

Hay dos sirvientas resguardando la habitación de He Tian, son alrededor de las 6am, llegó su hermano mayor.

- ¿Está despierto? – pregunta a las mujeres.

- Su Rut ha bajado, aproximadamente hace unas dos horas que terminó de tener relaciones con el Beta – informa una de las mucamas.

- Resguardamos la habitación desde hace 3 días, como nos ordenó  – agrega la otra sirvienta.

- Voy a entrar – aviso el pelinegro.

Mira el desastre en la habitación, no hay ningún lugar que no huela a He Tian, y otro extraño olor, le pareció raro ya que los Betas no sueltan feromonas pero lo dejó pasar.

Se dirigió a su hermano menor, este abraza fuertemente al Beta, pero al sentir la presencia de su hermano, sus ojos se abren cuál animal y gruñe mostrando sus colmillos.

- Mocoso… debemos irnos, aún hay trabajo que hacer, y si quieres que ese chico viva feliz, tienes que cumplir tu promesa – le mira seriamente el mayor, sacando un cigarro y encendiéndolo.

He Tian al estar un poco más lucido entendió a lo que se refería su hermano, se levantó lentamente de la cama y miró al peli rojo, que duerme profundamente.

Expresa molestia y tristeza, pero He Tian hará lo que sea para que Mo tenga una vida feliz.

El pequeño Mo Guansan, escucha voces en la lejanía, no comprende de que hablan, intenta abrir sus ojos pero está muy cansado como para hacer esa acción tan simple, siente el calor de He Tian apartarse de la cama, su ligera silueta saliendo de la habitación, hacen que flexione su brazo para intentar alcanzarlo.

No puede levantarse, no puede gritar, no quiere ser abandonado.

- ¡NO ME DEJES! – grita al momento que se levanta bañado en sudor en su habitación.

La alarma suena incontrolablemente, inhala y exhala con dificultad; después de unos minutos  se repone, se tumba de nuevo en la cama, se maldice un poco y después se levanta sin más.

Comienza su rutina diaria, toma una ducha, se lava los dientes, se viste; baja a la cocina para preparar el desayuno; pone tres platos en la mesa del comedor, y prepara 3 lonches.

Sube al segundo piso toca una puerta y abre las cortinas.

- Despierten mocosos, hoy tienen actividad de jardinería así que deben estar listos antes – se apresuró en levantar a los dos pequeños.

Una nena de cabello rosado y ojos cafés claros, tiene un enorme desorden de cabello; al mismo tiempo se levanta un niño con el mismo torbellino en la cabeza, ojos cafés claros y cabello negro.

Están agarrando señal, contemplando la existencia del porqué deberían ir al preescolar.

Mo arregla a los menores, y una vez bien despiertos, bajan a desayunar los tres juntos.

Su pequeña Lin tiene todo el comportamiento maquiavélico de su padre mientras que su hijo Jun tiene toda la personalidad de él (en ocasiones tranquilo y en otras una bomba de tiempo).

Cuando los dos mellizos unen fuerzas, apenas y logra controlarlos, pero aún así los adora.

Los mira desayunar tranquilamente mientras recuerda un poco el pasado.