En unas oscuras calles se podía ver a un joven con una capucha, la noche era oscura y fría, el lúgubre ambiente era acompañado de una llovizna suave.
Tras varios minutos llegó a su hogar e ingresaría en esta misma, el silencio fue la bienvenida que recibió, el joven vivía solo, miró a su alrededor y todo estaba oscuro y lúgubre, tal y como lo era afuera, los ojos del joven solo reflejaba melancolía.
- no me falta nada... pero siento que me falta todo, no necesito salvación... pero busco salvación... no me entiendo, no se quien soy, no me indetifico con quien era antes, no se en quien me he convertido, la melancolía predomina mi amargo corazón, mi mente es mi peor enemiga, mi paranoia hace que sobrepiense en todo, incluso en lo más irrelevante, soy un joven de 17 años que sinceramente no necesita salvación pero busca una, entonces en busca de eso me escondo bajo una máscara que se van agrietando y marchitando como los pétalos de la más bella flor, sip, ese soy yo, Giro, un gusto -
Tras hablar a la nada Giro se inyectaria algo en el brazo, luego de hacer eso simplemente dejo escapar un largo y cansado suspiro, sin más agarro algo de un cajón, lo enrollo, lo encendío y empezó a fumarlo, pensando en su pasado, en su presente y queriendo saber su futuro, con otro agotado suspiro tomaría un lápiz y un cuaderno y empezó a escribir en ella, repentinamente todo cambiaría, su lúgubre habitación fue cambiando por un cine bastante radiante, varios asientos de cuero negro en fila, uno apartado de todo, en ese lugar apartado fue a sentarse y prosiguió con su lectura.
Segundos después varios brillos empezaron a aparecer, en esos brillos se podían ver a personas totalmente confundidas y perdidas.
- Ostiaaaaassss!!!! - se escucho un grito en el "cine"
- Carrrrlooooooo!! -
- Toooniiiii -
- ¿Qué pasa perro? ¿Sabes donde estamos? - preguntaría el conocido Carlo Gambino, un capo de la droga y un italiano re fachero.
- no lo sé, ¿no serán culpa de las pirulas? Si que pega eh - respondería Toni Gambino, también italiano fachero.
- ¿Toni, carlo? - se escucharía otra voz.
- mira, es el abogado warro - Diría carlo con una sonrisa burlona.
- si, si, abogado lechoso, lechoso y warro - acompañaría toni.
Mientras ellos hablaban y salinas pues... soportando a los Gambino, varias personas más aparecieron, todos bastantes confundidos.
- ¿dónde estamos? Dattebayo -
- es culpa de konoha!!!- se escucho un grito.
- Ostias! Un pitufo! Joder como pega - carlo en estos momentos estaba muy impresionado por lo que estaba viendo, por su lado toni empezó a ponerse un poco serio, ya había descartado que esto fuese obra de las pirulas.
- ¿presidenta estas bien? -
- ¿Ego-san? -
- ¿sabes donde estamos, Ayanokoji-kun? -
- ¿Estas bien Raiha? -
- ¿nezuko? -
El brillo dejo de aparecer y varias personas empezaron a hablar entre sí, bueno "hablar" estaban apunto de hacer una guerra.
- muy bien, deténganse - hablo el joven con la libreta, casualmente tenía de titulo "Death note"
- ¿tiene una Death note?, es peligroso... - pensó un joven de pelo castaño.
