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Al día siguiente me había levantado y Pedri estaba literalmente echándome de la cama,al intentar safarme de la cama caí al piso

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Al día siguiente me había levantado y Pedri estaba literalmente echándome de la cama,al intentar safarme de la cama caí al piso.

— ¡Mierda! — grite de dolor por el embarazo.

Seguidamente Pedri se levantó y me vio en el piso.

— ¿Que haces ahí? — pregunto preocupado por el bebé.

— Dormí aquí imbécil. — dije volteando los ojos.

Pedri se levantó de la cama y me ayudó a levantarme del suelo poco a poco.

— Que caballeroso. — dije irónicamente.

— ¿Podemos dejar de odiarnos? Estamos casados.

— Hicimos un trato,solo actuaria como tu esposa ayer. — le mire mal.

Baje las escaleras y comencé a hacerme mi desayuno,rato después llegó Pedri.

— ¿Estarás los tres dias con esa ropa? — pregunto confundido.

— ¿Que ropa? — mire mi cuerpo.

Aparentemente tenía un top de satin que solo tapaba mis senos,con un pequeño pantalón a juego con la camisa.

— Si puedo si. — dije regresando la vista a él.

— Conmigo no dormirás así. — aviso.

— ¿Que te cuesta? Después de todo estoy portando a tu hijo.

Finalmente termine de hacerme mi desayuno y comencé a desayunar unas tortitas.

— ¿No me darás? — pregunto con cara de bebé.

Corte un trozo con el tenedor y le indique que abriera su boca para dárselo.

— Que romántica. — dijo mientras masticaba.

Estuvimos desayunando juntos hasta que por fin se había ido,fue a la piscina para entrenar.Yo estuve encerrada en la habitación llorando,sentía que nadie me entendía,mi hermano fue el que planeo la boda,Mikky no pudo negarse,Sira lo sabe pero no me está ayudando,mis amigas,me siento sola...

Las horas pasaron y escuché la puerta de la habitación abrirse,por lo que me hice la dormida.Pude ver que era Pedri,entró al baño y yo tomé mi móvil.

Cuando salió volteó a verme.

— ¿Quieres salir a cenar?

— ¿Es una cita? — pregunté.

— Pues la verdad si.

Yo negué con la cabeza.

Seguidamente me marcó Gavi,salí de la habitación y fui al jardín de la pequeña cabaña.

¡Hola! — me saludó. — ¿Que tal tu luna de miel guapetona? — preguntó.

— ¡De lo peor! Estoy deseando no ver a este gilipollas jamás en la vida. — contesté. — ¿Que tal todo por allá?

— Pues extrañándolos,extraño a mi mejor amiga.

— Que cariñoso. — dije riendo. — La verdad no se como soportare estos dos días,peor aún,toda la vida.

— Eres tan optimista Nic,desearía tener tu optimismo.

— Vale pesado,nos vemos en dos días,voy a dormir.

— ¡Venga! Nos vemos luego.

Termine la llamada con Gavi y me devolví a la habitación.

— Eres muy amiguita de Gavi,deben dejar de hablar tanto,luego pensaran que me engañas con el.

— Ajá,en mi misma boda hablabas con una chica y en ningún momento te lo saqué en cara. — conteste de mala gana.

— Vale tía,pero espero que no piensen que me engañas con mi mejor amigo.

Estaba intentando tomar el sueño hasta que Pedri se volteó para verme.

— ¿Que? — pregunté.

— Puedo poner mi cabeza en tu vientre?

— Vale,pero no me hagas peso. — accedí.

Pedri posó levemente su cabeza en mi vientre mientras hacía dibujos en el,susurraba y susurraba cada vez mientras caía más en un rotundo sueño.

— Pedri. — le llamé.

— ¿Mhm? — pregunta adormilado.

— ¿Por qué eres así con el bebé? Después de todo no querías ser padre tan joven.

— No hay que odiar a un bebé por un error mío,él no tiene la culpa,después de todo es mi hijo.

Asentí.

— ¿Que le diremos a las personas sobre los meses del bebé?

Pedri levantó su cabeza. — Luego hablamos sobre eso Gagi.

¿Gagi? ¿Y ese apodo? Me quede confundida con el apodo,pero lo ignore completamente y caí en un profundo sueño.

Al día siguiente me había levantado y Pedri seguía aún en mi vientre,con su dedo índice aún ahí también.Me levante poco a poco y me fui a duchar,me puse una camisa oversize y baje para hacer el desayuno.Desayune y tomé asiento a un lado de la ventana,el día era lluvioso,me encanta cuando los días son así.

Estaba con mi móvil mientras observaba la lluvia hasta que escuché a Pedri bajar,suspire pesadamente pensando que este día sería peor que ayer.

— ¿No me hiciste el desayuno?

— ¿Debería?

Pedri se pegó a la ventana y observó la lluvia.

— ¡Joder! Ya no podré entrenar hoy. — se quejó.

Ignore su comentario y encendí las luces que iluminaban toda la casa.

— Es un día largo. — dije.

El asintió y se fue a la cocina.

Mi peor enemigo es mi esposo.Where stories live. Discover now