—Es divertido.

—Por lo que veo si, a veces desearía volver a mi infancia, tener una vida como aquellos niños.

—Arzul cariño la tuviste.

—Si la tuve pero mis padres nunca estuvieron ahí —confieso con los ojos de llenos de lágrimas.

—¿Como es posible? Tus padres solo tenían dos hijos.

—Creeme mis padres tienen mas hijos que dinero.

—¿A que te refieres? ¿Tienes mas hermanos a parte de Oscár?

—Si los tengo, pero ellos no son mis hermanos.

—¿Entonces que son? —me pregunta Edwin con curiosidad lo abrazo mas fuerte y continuó.

—Son mis hermanastros Antony Papá y Mamá lo adoptaron cuando estaban por terminar su penúltimo año de universidad, él tenia 5 años, después adoptaron a Iker a la edad de 3 años por último a Lionel, el apenas si era un bebe tenia tan solo un año, después nació Oscar y por último yo.

—¿Por que los adoptó?

—Por que según Mamá no podía tener hijos.

—¿Quieres decir que ni siquiera paso tiempo con ellos?

—Jamas lo hizo se mantenía ocupado en su vida. Además solo lo hizo para poder heredar la empresa.

—¿Que quieres decir?

—No quiero hablar de eso.

—Pero entonces ¿Él nunca estuvo con ustedes? —pregunta Edwin acariciando mis mejillas.

—Nunca lo hizo mucho menos Mamá.

—¿Por que?

—Segun ellos no tenían tiempo para nosotros ¿Tus padres jugaban contigo? —pregunto cambiando de tema.

—Mm si Papá a pesar de no estar mucho tiempo en casa solía reservar un tiempo para pasarlo con nosotros —dice emocionado es como si viera a un niño en lugar de un hombre.

—¿Y tu madre? —decir eso provoco que se borrará su sonrisa de golpe y se tensara.

—Ella se la pasaba trabajando, casi nunca estaba con nosotros. Pero tenia a Papá que era mas importante.

—Tal vez pero yo no tuve a ninguno de los dos —respondo con una voz llena de tristeza.

—Tranquila me tienes a mi. Yo te voy a dar lo que nadie te ha dado, ni te dara después de mi.

—¿Que quieres decir? —preguntó feliz.

—Aa mm bueno lo que yo quise decir, es que yo puedo ser tu Papá —comenta nervioso.

—¡En serio! —grito llena  de emocion.

—Mmm si —me dice asintiendo con la cabeza.

—Esta bien —respondo súper feliz lo abrazo apoyando mi cabeza en su pecho.

—Ven vamos a casa.

—Si Papá Edwin.

Me levantó, él me toma de la mano caminamos por un rato, mi mirada se detiene en la tienda de helados.

—Edwin me compras un helado.

—No Arzul.

—¿Por que no?

—¿Arzul estas viendo el clima? Estamos en invierno ¿Y quieres un helado?

—Mm anda vamos comprame un helado.

Cuando todo termineWhere stories live. Discover now