Melanie y el primo de Jaden se asoman sin disimular por la calle con los ojos muy abiertos. Jaden se gira a ellos con una cara de: "¿es en serio?". Después voltea a verme a mí frustrado.

—Mira Ashley, ese no es el el punto, lo que quiero saber es...

—¡¿Que no lo es?! —aprieto los puños con fuerza— ¡¿Entonces cuál es tu jodido punto?!, ¿nunca hablar del tema?, ¿eso es lo que quieres?

—No quería decir...

—No Jaden, no me hables. No estoy de humor.

Él pone los ojos en blanco.

—Eso ya lo veo.

No sé en qué momento me había puesto de pie y había empezado a caminar cuando volteo a verlo de brazos cruzados.

—¿Qué dijiste?

—¿Eh...?

—Repítelo. ¿Qué dijiste?

—Nada. —Se queda muy quitecito en su lugar.

Entrecierro los ojos a su lugar y él aprovecha para acercarse a mí.

—Lo que quiero decirte es que confíes en mí, Ashley —me agarra suavemente del brazo y acaricia mi mano. No sé por qué no lo aparto, pero ahí está—. ¿Qué fue lo que te hizo ese...?

En otra ocasión habría hecho una broma por lo que insinuaba, pero no podía pensar más allá de sus caricias en mi mano y el tono tan bajo que ha usado. Es como si me estuviera hipnotizando y no pudiera negarme a lo que sea que él quisiera pedirme.

Bajo la guardia por unos segundos y lo miro tristemente. No puedo decírselo, porque sé que no soportaría ver que le han hecho daño, por más mínimo que sea. No puedo verlo mal, y mucho menos por culpa mía.

Jaden espera una respuesta todavía viéndome fijamente y yo suelto un suspiro. No sé qué se supone que tengo que hacer en esta situación.

Entonces, como por arte de magia, la respuesta llega a él. Baja la mirada a mi cuello, donde tengo todavía algo rojo por el agarre tan fuerte de Ethan en mi cuello hace unos minutos. El dolor permanece todavía ahí, pero eso no es lo que me preocupa, lo que me preocupa es la reacción de Jaden. 

Mantiene unos segundos su vista ahí y se tensa de una manera tan lógica que hasta su mano en mi brazo se aprieta.

No me deja hablar cuando se aparta rápidamente de mí sacando su teléfono del bolsillo y hace un gesto para que Isair y Melanie vengan.

Cuando están a lado mío logro ver que Jaden está tecleando un número. Después desvía su mirada a la mía. No deja entrever nada de lo que piensa.

—Isair, hazme el favor de llevar a Melanie y a Ashley a casa. —le dice a su primo sin siquiera parpadear. Ha usado el tono de voz más frío que he escuchado.

—Pero…

—No voy a discutirlo, Isair. Ahora.

Yo hago un ademán de hablar pero Isair me jala del brazo y Melanie me sigue.

—¿Qué pasa?, ¿por qué tú...?

—Ve al carro, Ashley.

¿Qué es lo que...?

—No voy a dejarte solo, Jaden, ¿qué pasa?, Ethan no me ha hecho na...

—No hace falta que lo defiendas. Sé cómo es. Y si te puso una jodida mano encima a  pesar de que se lo advertí, no voy a detenerme, Ashley. Así que hazme el favor de subir al puto coche de una vez.

El día que la luna dejó de brillar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora