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Criar a Mayday no fue una tarea fácil.

Si no tuviera el apoyo de la tía May de su lado, no sabe qué sería de su vida.

Mary Jane también se hizo cargo de Mayday durante algunos días, por varios períodos. Ama a la pequeña y la mima mucho cada vez que se queda con ella.

Cuando Mayday empieza a a gatear, se vuelve una revolución.

Sobre todo luego de que la tía May lo llama de emergencia mientras Peter está patrullando. Cuando ingresa a casa, ve a su tía mirando hacia el techo, con una mantita en sus brazos que parece querer usar de mini trampolín.

Su bebé está pegada al techo, riéndose mientras gatea despreocupadamente.

—Al parecer alguien heredó explícitas habilidades de araña. ¿Eh? —May señala, sin perder de vista a la bebé en el techo.

—Oh, no lo tenía previsto. —Peter dice, trepándose en el techo para cargar a su bebé y bajarla al suelo.

—Una niñera convencional no podría con esto. —La tía May señala, algo relajada luego del susto.

—Lo sé, tía May. —Peter suspira—. Trataré de conseguir una niñera no convencional.

Luego de eso, sube a su habitación con su bebé en brazos.

—¡Peter!


...


Es así como pasan los años.

No se hace más fácil.

Cada año que Mayday cumple, se añaden nuevos desafíos.

Cuando ella empezó a ir a la escuela, Peter no podía trabajar bien. Atento a alguna llamada de celular de la escuela, ahora esa es su rutina.

Para su fortuna, cuando Mayday tenía cuatro años, al frente de su casa se mudó una familia que tenía a dos niños muy traviesos.

Ellos descubrieron a la pequeña Mayday pegada en el techo de casualidad, cuando rompieron la ventana de la casa de la tía May jugando fútbol y trataban de recuperar la pelota. Fue muy fácil engañarlos diciéndoles que las habilidades de la bebé era una mutación rara de su familia. Los niños le creyeron.

Mary Jane se encarga de Mayday una semana al mes. A Peter aún le cuesta dejarla ir.

—La cuidarás en tu departamento. ¿No es así? —Peter dice, persiguiendo a Mary Jane que ya tiene a Mayday en sus brazos.

—Por supuesto. Sabes que siempre es ahí.

—¿No habrá visitas inesperadas?

Mary Jane se detiene y suelta un resoplido.

—Peter, no. Mayday solo me ve a mi y a mis padres.

El omega asiente.

—Sabes que no quisiera que la bebé conozca a tus parejas de momento... ella no lo entendería, está muy pequeña.

—Tú también tienes derecho a rehacer tu vida. ¿Sabes? —La pelirroja responde—. Y tampoco quiero que Mayday conozca a cualquier persona. Yo también la amo y la cuido.

El vínculo en su cuello pica, Peter se da cuenta. La terapia de ruptura de vínculo solo parece ser útil en Mary Jane. Bueno, no es que Peter haya estado asistiendo a sus sesiones. Inconscientemente, él se toca la nuca.

—Ah no, no hagas eso. —Le dice Mary Jane, negando.

—¿Hacer qué?

—Te tocas el vínculo. Ya sé que te pica y duele, Peter. —Ella dice—. Lo haces frente a mi. No es mi culpa que no quieras ir a las terapias de ruptura.

A Matter of SpiderfamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora