1

0 0 0
                                    

Fuego, dolor, sangre.

Fuego, dolor, sangre.

Una y otra vez era lo único que podía percibir. Fuego, dolor, sangre.

¿Donde estoy? un campo de guerra...

¿Por qué pelean?

Por su culpa, princesa.

¿Mi culpa? Sí, debe detenerlos

¿Como hago eso? ¿Qué tengo que hacer? ¿Quienes pelean?

No esta lista para saberlo, debe vivirlo, solo recuerda, madre, Merak.

Merak... entiendo, Merak.

Fuego, dolor, sangre.

* * *

Elaine abrió los ojos con rapidez, su pulso estaba acelerado, sus manos estaban apretadas en puños, todavía podía sentir algún tipo de veneno en su cuerpo ¿En su sueño estaba envenenada? Sí, podía sentirlo, como si estuviera recorriendo sus venas justo ahora mismo, las hadas tenían la cura a miles de venenos pero en ese momento algo le decía que el veneno que la había debilitado en su sueño era algo del que ella desconocía.

Sobó su cabeza en silencio por un momento, le dolía y no se explicaba porque, sin embargo, poco a poco empezó a ser más consciente del presente, había sido un sueño, solo eso, no sucedería  ¿Cierto?

Esperaba que no.

Jalo una de las cuerdas que estaba en su habitación y pequeñas hadas aparecieron a su alrededor, ella y su familia tenían  la habilidad de poder tomar el tamaño de un humano normal, por eso se les conocía como la realeza de las hadas.

Merak.

Dios... su cabeza dolió de nuevo y llevo sus manos a esta intentando callar la voz que se repetía,

"Merak... no olvides a Merak."

Negó rápidamente era un día importante y ella como princesa del reino debía estar preparada para lo que venía, el rey de los vampiros, Asmodeo, había solicitado una reunión con su padre y claro, ella debía esconderse lo más que pudiera de él.

Elaine no entendía aquello ¿esconderse del rey Asmodeo? no le parecía una idea brillante, pero desde su nacimiento sus padres y hermanas se habían encargado de mantenerla oculta de él casi como si no existiera, por lo menos así era para cada vampiro que la veía, ocultaban sus características  orejas y cabello negro con una peluca y sus ojos que parecían un hermoso universo, eran cambiados de color con pupilentes, Elaine era conocida como la hermana de Velkan, un licántropo beta que había conocido hacía bastante tiempo, decían que era la omega de los Distrum, apellido de la familia de Andrew, pero no era así, su padre había hecho un tratado con los licántropos , eran muy buenos amigos y el día que nació Elaine Andrew y Dimitriv habían  sido los primeros en verla, claro junto a sus dos hermanas Susane y Annie.

Pero todos tenían  prohibido hablar de ella en el reino.

— Princesa ¿Va a salir hoy? ¿Qué desea utilizar?

— Quiero algo casual, un vestido blanco estará  bien, también colocare flores en mi peinado, bueno, ya se que la peluca esta ya arreglada pero coloquen flores en ella por favor.

Las pequeñas hadas asintieron y empezaron su trabajo, Elaine fue a tomar un baño y empezó por colocarse jabones de baño con aroma a fresas y su exfoliante  del mismo aroma, todo estaba hecho de manera natural pues las hadas eran buenas para crear productos para la piel en base a la naturaleza, incluso el brillo de algunos de los productos que vendían a los humanos estaba hecho con polvos de estrella y de eso se encargaba Elaine, aunque claro en las etiquetas de los productos no decía su nombre.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 12 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

MerakWhere stories live. Discover now