Volteo a verlo de brazos cruzados.

-Entonces sí que es grave -frunzo el ceño?-. ¿Y qué tiene de malo? ¿por qué sería un mal momento para que me comentaras que viene a la ciudad?

Jaden me mira con una mirada de miedo y temor, como si se tratara de un asesino en serie.

La verdad no creo que sea para tanto.

-Físicamente parece un angelito caído del mismísimo cielo, y claro, el muy listillo se aprovecha de ello para atraer a muchas chicas, pero mentalmente...
ese chico es un jodido desastre. Está loco. En todo el sentido de la palabra.

Pues como yo... a excepción de lo de los chicos. Ni a un mosquito le parezco visible.

-¿Loco? ¿A qué te refieres? -pregunto, confusa.

-No lo sé... solo tengo miedo a que nos intente matar mientras dormimos juntos.

Había estado tranquila todo el camino. Hasta que oigo mencionar a Jaden esas 3 palabritas mágicas.

"Mientras dormimos juntos"

Mi cara cambia de inmediato cuando lo veo fijamente a los ojos y repentinamente él pone una sonrisa tierna.

-Ah... me faltó ese pequeño detalle, vamos a dormir juntos por su llegada. Él dormirá en el sillón y yo... pues yo dormiré contigo -en eso me dedica una sonrisa de lado y levanta y baja las cejas-. A menos que quieras hacer algo más que dormir, ¿eh?

Me sonrojo inevitablemente y le doy un manotazo en el hombro para adelantarme a una callejón en el que no hay gente.

Menudo idiota, ¿Quién le hizo creer que haríamos algo más?

Es decir, yo jamas querría hacer algo más con él que dormir. JAMÁS.

Veo por encima del hombro que él intenta alcanzarme, por lo que me apresuro a correr, no pasan unos segundos cuando él me agarra por la cintura divertido y me pega a él de espaldas evitando que siga avanzando.

Estamos a poco de llegar a la nevería -cosa la cual no me importaba en lo más mínimo en esta situación- pero Jaden no parece llevar mucha prisa. El pelinegro me da la vuelta para quedar cara a cara y me recoloca un mechón de cabello. Con esa misma mano me acaricia la mandíbula mientras me sonríe.

-La verdad es que esperaba una reacción más positiva y directa, ¿eh?, ¿dónde quedó mi señorita Miller que es valiente?

Yo entrecierro los ojos a su dirección, y lo analizo por unos segundos.

¿Quiere jugar?, pues vamos a jugar.

-¿Quieres que sea directa, Wilston?

-Lo más que puedas.

Esto va a ser divertido...

Me acerco a él lo más que puedo observando sus labios. Sonrío todavía manteniendo mi vista ahí, pero ahora siento su mirada en los míos.

Me relamo los labios antes de hablar y muevo mi mano al cuello de su camiseta para dar breves palmadas ahí.

-Me propones hacer algo más que dormir, ¿qué pasa si yo accediera? ¿Qué harías si yo acepto no dormir? -doy un paso a él-. ¿Qué es lo que piensas hacer?

Jaden me observa sorprendido, pero puedo ver en sus ojos una pizca de encanto en sus ojos, le gusta que sea así.
Da un paso probándome, ancla sus ojos en mis labios por un momento y empiezo a sentir un calor recorriendome en cada parte de mí cuerpo. La distancia que hay entre nosotros es casi nula. Sube los ojos un momento a los míos.

El día que la luna dejó de brillar. حيث تعيش القصص. اكتشف الآن