just by looking at you.

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Silencio.

Tan solo había eso.

Las voces faltan en el cuarto donde únicamente se escucha el aire acondicionado, un fondo rústico que contrasta con su respiración, tranquila, profunda.

Sus ojos vagan con esmero a través de la brillante pantalla del celular que me roba su atención, se ríe ante cualquier curiosidad que brinca sobre su personalizado muro y sus pestañas largas se baten ante cada parpadeo mientras uno de sus dedos se encuentra preso entre sus labios mullidos, rojizos, y atrayentes.

Su muslo roza el mío, en una incesante, natural búsqueda de contacto que me hace tintinear el cuerpo entero. Siento entonces la necesidad irreversible que arrancarle la tranquilidad a besos.

Pero me contengo.

Y la observo.

Una sonrisa traicionera surca mis comisuras, pero es imperceptible para la señorita que posee cada latido de mi corazón del otro lado de sillón. Le resto importancia, y continuo con la inútil búsqueda de alguna explicación ante su ensordecedora belleza. Fallo en el intento como he fallado mil veces antes, y un suspiro abandona mi cuerpo, casi tan impresionado cómo encantador.

Es ahí cuando el chocolate de tus ojos choca con mi incapacidad de tocar tierra nuevamente. Miro tu pecho subir, bajar. Respiras, ríes, me preguntas qué sucede y me derrito con la voz dulce que me ofreces, me hace sentir bañada en gracia cuando mi respuesta es un simple:

—Nada. —Esbozo una torpe negación mientras suspiras una risa. Te siento acariciarme el cabello y mi corazón parece detenerse un momento.

Pero no tengo la conciencia suficiente para decirte eso.

Me sonríes y es imposible que mi cuerpo no cosquillee, concentrando un zoológico entero en mi pecho; luego que tus dedos bajan por mi cuello, mi concentración se va de paseo, y la sombra torpe de mi mente malabarea un par de palabras que no son más que el reflejo de mi anonadado ser por tu presencia.

Pero pareces fascinada con esta faceta, y sin más, me besas.

—Te amo. —Te escucho cerca, embriagante. Me podría dar vueltas la cabeza —Mucho.

Hago un torpe recorrido desde tus caderas a tu cintura, y no tengo forma de explicarte el nerviosismo que esa simple acción me provoca. No tengo forma de explicarte lo que esa simple acción significa más que soltar un par de palabras más cerca de tu boca:

—Te amo más.

;;

1904 letras.
388 palabras.

sin corregir.

p.c.

love whispers; dadongWhere stories live. Discover now