Capítulo 12

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Ares y yo ya nos íbamos a ir cuando de repente sonó el sonido de un trueno y todo el suelo retumbó. Que sonasen truenos en el mundo subterráneo era imposible porque no se veía el cielo, el techo del mundo subterráneo en realidad era el suelo de la tierra, por eso nunca llovía y mucho menos había truenos. Lo que habíamos escuchado solo podía significar una cosa...

- ¡Hades! – Sonó una voz fuera de la sala del trono.

la voz nos sonaba muy familiar pero no conseguíamos terminar de reconocerla hasta que la puerta se abrió de golpe y apareció Zeus.

Zeus no venía solo, a su derecha tenía a Poseidón y a Hestia, a su izquierda tenia a mi madre y a Hera y detrás suya tenía dos ejércitos de soldados dirigidos por Zeus y Poseidón.

- Mira a quienes tenemos aquí... - Dijo Hades. – ¡Reunión familiar!

- Tu nos amenazaste de muerte así que ahora hemos hecho una alianza y, ¡te declaramos la guerra! – Gritaba Zeus.

- ¡Espera no! – Grite intentando pararles.

- ¿Perséfone? – Dijo mi madre. - ¿Qué haces tu aquí?, ¡se suponía que tenías que estar en la tierra con otro dios protegiéndote!

- ¡Y estoy con otro dios! – Dije señalando a Ares. – Pero no podía quedarme quieta mientras se desataba una guerra que podría acabar con Grecia así que hemos venido a salvar el mundo.

- ¡Hija, ven aquí ahora mismo! – Me gritaba mi madre. – Los dioses tenemos un asunto pendiente en el que tú no deberías estar metida.

- ¡No! – Grité. – No os voy a permitir que hagáis una guerra, Ares y yo ya lo hemos resuelto, ¡Hades no ha sido!

- ¡Para de meterte donde no te llaman, niña! – Grito Zeus. - ¡Ejército!, ¿estáis listos?

El ejercito que llevaba Zeus junto con Poseidón era enorme y Hades no tenía ni un solo soldado, ¡iban a matar a Hades siendo inocente!

Pero Hades no se iba a quedar de brazos cruzados sin hacer nada. Se levanto de su trono y comenzó a susurrar unas palabras con los ojos cerrados que no llegaba a entender. Luego comenzó a levantar los brazos lentamente y del suelo comenzaron a salir muertos. Su ejército consistía en esqueletos de gente que murió de verdad, la mayoría llevaba lanzas y un escudo mientras que los demás llevaban un arco con flechas. También llevaban armaduras negras de metal y cascos que tenían pelos grises en lo alto, y para representar a Hades, en la espalda llevaban dibujado un cetro.

- ¡Al ataque! – Grito Zeus.

Todo el ejército de Zeus y Poseidón comenzó a correr en dirección al ejército de Hades hasta que se juntaron en el medio de la sala, empezaron a hacer duelos de espadas los unos con los otros mientras que los que llevaban arco se habían quedado atrás y disparaban a lo lejos sin dejar que nadie se les acercaran a ellos.

Ares y yo no queríamos participar en la guerra porque en realidad los dos bandos eran el mismo equipo aunque ellos todavía no lo supieran. Estábamos intentando decirles toda la verdad pero con todo el ruido que había nadie nos escuchaba

Mientras tanto Hestia y Hera fueron a por los arqueros de Hades para que dejasen de disparar desde los lejos.

Deméter vino con Ares y conmigo y nos defendía de todos lo que vinieran a por nosotros aunque no nos hacía falta porque sabíamos defendernos solos.

Zeus y Poseidón fueron a por Hades que seguía en su trono viendo la batalla. Zeus le lanzó un rayo a Hades el cual esquivó, Hades cogió una de las pequeñas espadas que había en el suelo de uno de los soldados de Poseidón e hizo un ataque rápido a Zeus, pero antes de que lo alcanzara, Poseidón le ataco con su tridente y Hades tuvo que retirarse tres pasos.

- ¡Parar! – Gritaba lo más alto que podía a ver si alguien me hacía caso, pero seguían peleando.

Zeus aprovechó que Hades se había echado atrás para hacerle otro ataque con su rayo el cual Hades consiguió volver a esquivar pero por tan poco que la fuerza que hizo el rayo al chocar contra el suelo hizo que Hades saliera volando cuatro metros. Poseidón se le tiro encima a Hades con su tridente y se lo puso en el cuello amenazándole con cortarle.

- ¿Dónde está el artefacto? – Preguntó Poseidón.

- No... lo... tengo. – Contesto Hades.

- Córtale el cuello. – Ordenó Zeus a Poseidón.

En cuanto lo escuche fui corriendo a pararles y justo antes de que Poseidón le clavara el tridente a Hades en el cuello, yo me tire encima de Poseidón para que parase.

- ¿Qué haces? – Dijo Poseidón enfadado.

- Hades esta diciendo la verdad. – Le conteste.

- ¡Perséfone esta de su lado! – Gritó Zeus. - ¡Córtala la cabeza a ella también!

- ¡Ni se te ocurra ponerla un dedo encima! – Grito mi madre.

- Si le cortáis la cabeza a Perséfone también me la tendréis que cortar a mí. – Dijo Ares.

- ¡Hades les ha comido la cabeza a los dos! – Seguía gritando Zeus.

- ¡A lo mejor tienen razón y Hades no lo ha robado! – Decía mi madre. – Deberíamos escuchar su historia.

- ¿Estáis defendiendo al que rapto a Perséfone? – Decía Zeus.

- ¡Me rapto porque tú no le dijiste que no lo hiciera! – Le conteste furiosa.

- ¡Tampoco le dije que sí que lo hiciera! – Me devolvió la contestación.

- ¡Zeus! – Grito Poseidón tan alto que todos se callaron. - ¡Cállate un momento y déjanos escuchar su versión de la historia!

Zeus se calló y yo comencé a contar la historia que nos había dicho Hades a Ares y a mí.

- Bien, iremos a por Medusa a comprobar que ella lo tiene y tu vendrás con nosotros. – Dijo Poseidón dirigiéndose a Hades. – Si ella no lo tiene te puedes dar por muerto hermano...

Perséfone y la guerra de diosesUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum