One Shots. || V.B ||

¿Sólo una noche?

Llegué a casa de los Ouji con prisa. Vegeta me había llamado desesperado pidiéndome que fuera con él. No dudé ni dos segundos y agarré mis cosas y salí.

Cuando abrí la puerta mis ojos no podían dar crédito a lo que veían. Tarble besaba a Kale y ella le correspondía con gusto.

—Ejem...—tosí falsamente—Hola, ¿Está Vegeta?

Tarble abrió la boca para contestar, pero Vegeta abrió la puerta y entró a la casa.

—Aquí estoy, supongo que los agarraste en pleno agarre.

Kale agachó la mirada y Tarble no miraba a su hermano. Ahí até cabos rápidamente.

—Lo siento, yo... Me dijiste venga y...—respondí torpemente

—Tranquila, por eso te pedí que vinieras, Bulma.

Miré a Vegeta y este seguía mirando a Kale. En los ojos de él se veía dolor, tristeza e intriga. Se veía igual que la mirada que me dió aquel día que lo conocí, hace 3 años.

—Kale, ¿Puedo hablar contigo?—le pregunté lo más amablemente posible

La castaña asintió y la lleve al cuarto de Tarble.

—¿Cómo fue que pasó esto? ¿No amabas a Vegeta?

—Lo hacía Bulma, pero Tarble estuvo conmigo cuando necesite a alguien, sabes bien que murieron mis padres en aquel accidente de avión, comenzamos a ser demasiado cercanos, tanto que nació una atracción entre nosotros, Vegeta y yo ya estábamos algo mal en nuestra relación, sé que no es ninguna excusa, pero esa es la verdad, lo siento.

Miré a la castaña con una mezcla de odio y tristeza. Primero la quería matar por romperle el corazón a mi amigo y segundo no me gustó en lo absoluto que haya sido con Tarble, el propio hermano de Vegeta.

—Está bien, hablaré con el, pero no esperes a que las cosas sean igual que antes, Kale.

Salí de la habitación y me fui a buscar a Vegeta. Lo busqué por todos lados y no lo encontré, fui a la sala y vi a Tarble encima de Vegeta. Corrí hacía el y lo saqué de encima de Vegeta haciendo que se golpeará la espalda contra la pared.

Ni yo supe de donde saque tanta fuerza para separarlos, pero estoy bastante enojada con Tarble y Kale, ¿Cómo pudieron hacerle eso a él?

—PERO ES QUE USTEDES NO PUEDEN ESTAR NI 5 MINUTOS SIN PELEAR!? PARECEN ANIMALES, IDIOTAS.

Tarble se levantó y miró a mi amigo y este también lo miraba. Si las miradas matarán ambos ya estarían bajo tierra, antes de que hubiera otro enfrentamiento. Agarré a Vegeta y me lo llevé a su habitación. Cerré la puerta tras de el e hice que se sentará en la cama.

—¿Por qué, Bulma? ¿Por qué, Tarble?—me pregunto con voz rota

—Lo siento mucho, Veg. Yo tampoco lo entiendo, pero sé que vas a superarlo.

Lo abracé y se quedó llorando en mi hombro unos momentos. Tal y como dijo Kale su relación ya estaba mal, pero aún así del no dejo de quererla, perdió a una novia y a su hermano al mismo tiempo.

Levantó su cabeza y me miró. La mirada que me dió me recordó viejos tiempos. Yo nunca busque una relación seria y cada vez que Vegeta se sentía mal recurría a mi y pasábamos juntos la noche. Aún así nosotros éramos mejores amigos y el acostarnos era sólo si estábamos dolidos o tristes, era una especie de consuelo.

—¿Qué?

—¿Una noche más?

—¿Sólo una noche?

—Las que tú quieras, nena.

Empezamos a besarnos y sin darnos cuenta ya estábamos tumbados en la cama. Le quité su camiseta y el la mía. Empezó a dejar besos húmedos en mi cuello y bajaba hasta llegar a mis pechos. Desabrochó mi sostén y empezó a masajearlos, chuparlos y morderlos a su antojo. Yo sólo soltaba gemidos que no dudaba habían oído Tarble y Kale. Lo atraje a mí y lo besé.

Seguí besándolo hasta bajar a su cuello y besar su perfecto abdomen marcado, bajé hasta su pantalón, se lo quite rápidamente y pude ver su enorme erección.

Algo que debía admitir es que con ninguno de los chicos con los que he estado, tenían el pene tan grande como el de el, simplemente era algo delicioso.

Me distraje viendo esa zona, tanto que comencé a la salivar, tenerlo en mi boca era un deleite.

No me di cuenta que Vegeta cambio la posición, dejándome bajó de el, pasó sus manos desde mi cuello, tetas, barriga, hasta llegar a mi pantalón. Lo quitó de un tirón junto con mis bragas. Comenzó a lamer mi clítoris y yo arqueaba mi espalda ante tanto placer que Ouji sabía que me provocaba. Gemí más alto cuando sentí que me penetraba con su lengua. Sabía que si seguía así me correría rápido.

Cerré un poco mis piernas y Vegeta alzó la cabeza, aproveché eso e hice que acostará en la cama, le quite los boxers y tome su enorme miembro entre mi mano, era imposible que mi mano se cerraba, no entendía como podía entrar en mi todo esto, pero no me importa, siempre sabe cómo llevarme a las estrellas. Empecé a mover mi mano de arriba hacía abajo, mientras escuchaba sus roncos gemidos. Me detuve y lo metí a mi boca, era obvio que no me cabía todo, pero al menos lo intentaba. Moví mi boca de arriba hacía abajo, sintiendo sus venas marcas y su sabor tan único. Vegeta se agarraba fuerte de las sábanas y sabía que pronto se correría.

—¡Mierda! Me la chupas tan rico, pero no puedo resistirlo más, te la quiero meter ya.

Ignore lo último, iba a seguir chupándosela cuando de un rápido movimiento hizo que quedará debajo de el. Tomó su pantalón y saco un preservativo de uno de los bolsillos, lo abrió y se colocó, no dejaba de ver su dureza, soy una maldita pervertida en mirarlo así, pero no podía evitarlo, teníamos tiempo que no teníamos sexo. Tomó su pene con una de sus manos y me penetró lentamente, sabiendo que me torturaba no poder sentirlo dentro de mi completamente.

—Joder Vegeta. Mételo todo, ahhh...

El sonrió de lado y me obedeció y sentí como entro en mi de una sola, dolía, pero el placer que sentía en esos momentos era más grande. Mi espalda se arqueó involuntariamente y empezó a moverse, primero lento, pero conforme pasaban los minutos lo hacía cada vez más rápido, haciéndome enloquecer. Los gemidos que dejaba escapar de vez en cuando me excitaban aún más. Levanté mis caderas para sentirlo más profundo y luego de unos minutos más sentí como llegaba al climax.

Pero nuestra noche de placer aún no terminaba.