Capitulo 7; "Examen final"

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Mientras bajaba aquella montaña ya estaba pensando cuando podría reencontrarme con aquellos chicos de vuelta... Planeaba visitarlos seguido

Llegué abajo y lo primero que vi fue a un señor Iguro moviendose de un lado a otro impaciente.

—¿Señor Iguro? ¿Esta bien?

—¡Aiko! —Y me abrazó un poco más fuerte de lo normal.

—¿Sucedio algo?

—Que suerte que volviste... —Yo reí un poco.

—¡Adivine! ¡Dominé todas mis posturas!

—¿Encerio? —Eso parece que encerio lo sorprendió.

—¡Si!

—¡Genial! Luego me mostraras en la pelea. Ahora debes estar hambrienta.

—Si... —Rei.

Cierto... La pelea. Estaba emocionada.

Llegamos al comedor y preparó un Yakitori*, lo dejo arriba de la mesa y empecé a comer.

—¡Esta delicioso señor Iguro! —El río un poco.

—Gracias.. Pero no los hice yo. Los hizo una amiga. Si quieres puedo presentartela algun dia.

—¡Si! ¡Me encantaria!

Terminé de comer y nos pusimos a hablar un poco de lo que pasó aquellos días arriba de la montaña. Le conté todo lo que hice omitiendo las partes de los gemelos y su padre. No sabría si se enojaria.

—Bueno... ¿Que tal si empezamos a pelear?

—¡Si!

Fuimos al patio y nos pusimos en posición de defensa.

—Escucha, vas a atacarme con tus técnicas, yo me dedicaré a esquivar, si me das en el cuello pasas al siguiente nivel.

—Señor Iguro... ¿No es peligroso? No le quiero hacer daño...

—No, tranquila, estará bien.

—Si tu lo dices...

Y empezamos a pelear, tal y como prometió el pelinegro se dedicó a esquivar. Yo daba golpes de aquí a allá, pero no lograba tocarlo.

—Respiración del Girasol... 8° postura; “Corte de Espinas”... —Susurré.

Ese ataque pareció sorprenderlo un poco, pero logró esquivarlo con éxito.

—10° postura; “Luz de Sol”. —Esta postura es complicada, por lo que necesitaba concentración.

Una vez que la hice y vi que le hizo cierto efecto al señor Iguro ataque con el siguiente movimiento.

—9° postura; “Girasol Marchito” —Y ataqué.

Como el mayor estaba recuperándose de haber quedado un poco encandilado aproveché y le toqué el cuello.

—¡Señor Iguro! ¿Esta bien?

—Si... Solamente un poco ciego... —Se frotó los ojos. —Felicidades. —Me sonrió. O bueno, parecio, ya que tenía la venda en su cara.

—¡Gracias!

—Aiko... Prepara tus cosas, vas a pasar a la selección final.

—¿¡Encerio!?

—Si...

—¡Genial! ¡Voy a ducharme!

El mayor estaba medio preocupado, no quería que la ni la con la que se había encariñado sufra algún daño. Despues hablaria con el patrón para avisarle el progreso de la niña.

Girasol ; Muichiro Tokito [EN EDICIÓN]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon