1 deja vu

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Reconozco Las lagrimas saladas en mis labios agrietados por el frío que de apoco me cala los huesos, siento un deja vu, es como si se hubiera repetido un millón de veces, sin fin, intento gritar pero mi voz no tiene volumen, la impotencia me hunde en un poso inmenso de desesperación. Mis pies no se mueven y no puedo flexional las rodillas, no veo nada por la cantidad de líquido que desprenden mis ojos, lo único que distingo es una figura a lo lejos, no reconozco que es, pero siento como si la hubiera visto muchísimas veces, es una sensación familiar, de repente la sombra empieza a avanzar y mientas más se acerca, más calor siento, es un calor leve pero notorio, el frío es muy fuerte pero no lo llega a opacar, no tengo miedo solo una rara sensación en mi cuerpo, de repente escucho una risa, no dudo ni en segundo, estoy segura de quien es esa sombra.

-Papá

-hija-su voz es como miles de dagas en el corazón. La necesidad de llorar es ínfima, no llego a lanzarme hacia sus brazos ya que una luz se acerca a nosotros, intento correr hacia el, pero de nuevo mis piernas no me lo permiten, lo miro y me doy cuenta de que empieza a desvanecerse, mi papá esta desapareciendo. mi mejor amigo, se esfuma. Y en ese momento me doy cuenta de que él deja vu era real, y lo había vivido de verdad, mi papá murió y lo estaba volviendo a hacer por segunda vez. Me arde la garganta por los intentos de gritar, mis mejillas llenas de lagrimas, mis ojos arden, mi corazón está demasiado acelerado, pero eso no me detiene, nada lo hace, hasta que... despierto.

Agarro mi celular, son 4 de la madrugada.

Miro a mi mamá, la encuentro dormida en una silla con un buzo como manta, y a su lado...papá.

Es una imagen deprimente, la cual me destroza cada vez un poco más, decido salir a tomar aire y alejarme del hospital. Al hacerlo me doy cuenta del diluvio-cosa que no impide que me quede afuera-necesito respirar, me da igual el agua helada que me recorre lentamente cada parte del cuerpo.

Me gustaría poder decir que me duele, o que no puedo parar de llorar, pero no es así, y detesto eso, de hecho no me sale ni una lagrima, solo existe un gran vacío que avanza desde el fondo de mi corazón hacia afuera, se expande con mucha facilidad, como si no hubiera forma de frenarlo, y en este momento yo estoy segura de que es así, de que ese vacío me va a consumir.

-Gracias abuela, por todo.

-No te preocupes, si necesitas algo avisame. Te quiero.

-Chau, yo también-Cuelgo el teléfono y exhalo el aire que tení acumulado intentando que desaparezca el nudo que se generó en mi garganta.

Me recuesto en la silla del pasillo, intento relajarme, pensar en algo, lo que sea. no logro hacerlo ya que me distrae la vibración de mi teléfono.

-Hola

-Hola ¿cómo estas?-me rio con ironía ante la pregunta de mi mejor amiga, sé que no lo hizo apropósito, pero no puedo evitar pensar en lo absurda que me resulta

-Bien

-Perdón, soy una estúpida, no me di cuenta.

-no pasa nada-intento que no se de cuenta como se me quiebra la voz

-¿queres videollamar?

-Daisy, no estoy de humor, otro día hablamos.

-okey, chau-no es su culpa, ella esta preocupada por mí y yo solo la evito, pero en este momento lo que menos me apetece es hablar sobre lo sucedido.

Un rato más tarde me encuentro enfrente de la cafetería del hospital, pidiendo dos cafés.Mientras lo Iago me acuerdo de pequeños detalles sobre mi papá como que el le ponía un sobrecito y medio de edulcorante, o que le gustaba con más leche que café, me acuerdo que su té favorito era el de frambuesa y se enojaba cuando se acababa.

-dos cafes sin leche

-para mi-respondo, con una sensación seca en la garganta.

Mientras paso por el pasillo recaigo en las vibras de el hospital, a simple vista es bastante nuevo, ordenado, y esta muy bien construido, pero si te fijas bien te das cuenta de que es el lugar más tenebroso del mundo, mucha gente logra salir, pero mucha otra nunca lo hace, el olor a alcohol y desinfectante se impregna en tus pulmones y no hay forma de sacarlo, es una sensación de estarse ahogando en un lugar sin agua. las luces frías y brillantes te siguen a todos lados, como si trataran de evitar que te acompañe tu propia sombra.

-Ma-digo susurrando

-¿que pasa?-me responde unos segundos después, cuando me mira noto las grandes bolsas violetas debajo de sus ojos y las grietas en sus gruesos labios

-Te traje un café-asiente en modo de agradecimiento y me acerco hacia ella para dárselo

pero cuando lo hago siento un impulso y la abrazo, cuando lo hago escucho un sollozo por su parte y el suyo me contagia al tal punto de terminar llorando muy ruidosamente, no me importa, a ella tampoco.

Nos quedamos así varios segundos, minutos, o talves horas.

Y en ese momento me doy cuente de que nada va a volver a ser como antes, nunca más.


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Holaa este es el primer capitulo de mi libro! espero que disfrute tanto leerlo como yo lo hago escribiéndolo

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⏰ Last updated: Jun 17, 2023 ⏰

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escritos por cupidoWhere stories live. Discover now