Capítulo 3: Peleas y avances.

128 48 66
                                    

Hola si encontráis algún fallo no dudéis en comentarlo. Ahora a disfrutar del capítulo.

Cuando abro los ojos, los rayos de sol ya se cuelan en la habitación, de hecho son tan fuertes que molestan.
Me giro sobre mí para alcanzar mi móvil y ver si tengo algún mensaje. Pero cuando lo enciendo y me doy cuenta de la hora casi me da un infarto.

¡Es casi la una de la tarde!

Sí que has dormido ¿eh?

Madre mía Erik me va a matar.

Sería un final interesante.

Antes de levantarme de la cama entro en WhatsApp para escribir a Aike y que pueda guardar mi número. Pero tengo un problema, no sé que ponerle. Después de meditarlo un rato decido que no me voy a enrollar por lo que le pongo un simple hola.

Y después me levanto de un salto de la cama, y me visto lo más rápido que puedo. De hecho lo hago tan rápido que no me doy cuenta de lo que me pongo, pero no podía importarme menos. Creo que hoy ni siquiera voy a salir de casa.

Cuando salgo de la habitación me dirijo a la cocina y me encuentro una escena un poco íntima entre Erik y Katie- su novia-, están teniendo un momento romántico. Katie está sentada en la encimera y Erik está entre sus piernas mientras se están besando. De hecho es un beso tan intenso que poco más y se succionan el uno al otro.

Espera ¿que hago yo viendo esto?

Pues porque eres muuuy cotilla.

Estás en lo cierto.

Me doy media vuelta para marcharme de nuevo a mi cuarto, pero me detengo al escuchar un grito proveniente de la cocina. Así que vuelvo para ver que ha pasado, y me encuentro con que la encimera está vacía porque ahora están los dos en el suelo- Katie encima y Erik debajo- mientras siguen besándose.

Me quedo mirando la escena con cara de asco porque...

Porque el chisme nos llama, anda aparta que quiero ver.

Vale, me estoy volviendo loca.

Cuando veo que Katie está a punto de quitarle la camiseta a Erik, me aclaro la garganta para llamar la atención y ambos se giran hacia mí, y se ponen pálidos al instante.

—Eh... —empieza Erik dudando, y luego se gira hacia su novia-¿volvemos a la habitación?

—Sí, mejor —contesta ella.

Acto seguido, ambos se levantan del suelo y pasan por mi lado con una sonrisa de disculpa, y yo me apresuro a hacer un gesto con la mano para restarle importancia.

Cuando ya se han encerrado en la habitación, me dirijo a la cocina y abro la nevera para comer algo, porque me estoy muriendo de hambre, pero ¡mierda!, la nevera está vacía, salvo por un yogur de fresa que está en la estantería de arriba. Cuando lo cojo para comérmelo me doy cuenta de que lleva caducado más de un mes, por lo que pongo cara de asco y me acerco a la basura para tirarlo.

Nota mental: no dejar a Erik a cargo de hacer la compra.

Estoy de acuerdo, como se lo encargue otra vez morimos de hambre.

Me voy a mi cuarto a prepárame para ir a comprar algo al supermercado que hay aquí abajo. Ya que es domingo y es lo único que esta abierto por la zona.

Cuando me estoy poniendo la camiseta mi móvil suena por la llegada de un mensaje y al acercarme a recogerlo para ver quién me ha escrito me encuentro con que esa persona es mi ex novio, Daniel. Entro en WhatsApp para leer lo que me ha dicho y lo que me encuentro es con que me pide que nos veamos ahora para aclarar las cosas. Tiene que ser importante porque para que me escriba Daniel...Y como no tengo nada mejor que hacer le digo que sí.

El atardecer que nunca vimos (Borrador)  (En pausa) Where stories live. Discover now