𝙰𝚗𝚘𝚝𝚑𝚎𝚛 𝚆𝚊𝚟𝚎❀ PAUSADA || 𝙱𝚢 𝙾𝚕𝚒 𝙵𝚊𝚞𝚜𝚝

2# When the party's over

Llegamos a la cafetería y nos sentamos en unas mesas. Vimos a los Sharks adentrarse y con una mirada fulminante se sentaron en su mesa reservada.

Fui a buscar mi comida en una bandeja de plástico, me acerqué a la barra y tomé una manzana y una botella de agua.

-Así que los asesinos despiadados decidieron volver...- dijo Aaron provocativo.

-Te crees tanto y eres tan poca cosa Aaron...- dije fingiendo pena y me volteé para irme con los chicos.

-¡Cuidado!- dijo Alex lanzándose sobre Ganier antes de que pudiese golpearme.

(Mierda) maldecí por dentro e inmediatamente me alejé de la situación.

-Pudrete Aaron- dijo Alexis mientras lo dejaba inconsciente.

Veía todo en cámara lenta, sin poder reaccionar. Alex golpeaba su cara tan fuerte que hasta yo podía sentir el dolor de Aaron, aunque se lo merecía pero no al punto de matarlo.

Los ojos de Stone me indicaban que su ira se estaba apoderando de él y que sus golpes continuos matarían a Ganier en cualquier momento. Tenía que hacer algo... rápido.

-¡Ey ey paren!- intervino una chica de cabellera marrón y tez pálida. Agarró de los hombros a mi amigo tratando de detenerlo ya que su ira era tal que podría asesinar a cualquiera si se lo proponía.

Reaccioné lo suficiente como para acercarme rápidamente a ella y ayudarla a frenarlo.

-Imbécil...- murmuró él hacia el enemigo cuando logramos separarlo.- Vámonos, este sitio está lleno de mierditas.

-¿Quién es ella?- pregunté acercándome a las chicas junto con Alexis.

-¿Esa creída?... Es Leah Petters, la prima de Aaron. Llegó hace un par de días.- respondió Sydney disgustada.

-¿Te cae mal?- cuestioné su reacción.

-¿Acaso no es obvio? Claro que me cae mal. Leah Petters es una perra come mierda y una Shark, que llegó para arruinarnos la vida.-

-Evitó que Alexis quede en detención... no creo que sea tan mala- comenté con cierto sarcasmo.

-Sisi como digas...- dijo ella con voz arisca.

Entre pequeñas risas por parte de Zion y mia, me doy vuelta para observar a mi hermana, Abigail, quien con mala cara me estaba mirando.

-¡Cuidado con su amigo y sus ataques de ira! ¡Explotará!- Abigail dió un alarido que iba principalmente para Stone y luego abandonó la cafetería.

-Sólo porque es tu hermana no le haré nada, ¡pero te juro que la mataría!- dijo él al borde del colapso.

Lo entiendo completamente, puedo sentir su furia y como trata de controlarse. Desde que lo conocí traté de acompañarlo y ayudarlo en estas situaciones pero la que mejor logra llevarlo es Farah Chestter.

-Hey, tranquilo ¿Si? Respira... Hazlo conmigo, inhala... Exhala... Repite, inhala... Exhala...-  Pronunció ella mientras miraba con atención los ojos de Stone. Cuando él recuperó el aliento la abrazó cálidamente.

Ella es un ángel, a veces tiene carácter fuerte pero su voz transmite tanta dulzura que llega a empalagar tus oídos. Utiliza las palabras adecuadas para hacerte sentir seguro, defiende aquello que le parece injusto y creéme, si le importas dará su vida por vos. Ella es luz.

-Chicos... creo que deberíamos irnos, los directivos están viniendo.- sugerí preocupado y salimos rápidamente de la cafetería-

Tomé la mano de Sydney y junto a Zion corrimos por los pasillos ocasionando un poco de caos. Detrás nuestro se encontraban Farah y Alexis que trataban de despistar a los maestros furiosos.

Doblamos hacia otro pasillo y continuamos escapando para evitar la detención, siempre al estilo Pauper. La vida Shark dejó de representarme como solía hacerlo y ahora siento tanta euforia que puedo hacer todo lo que se me cante.

Apuramos los pasos ya un poco agitados, en especial Sydney que es la más débil entre nosotros. Una vez llegamos al salón que siempre se encuentra vacío, decidimos frenar y tomar un poco de aire. Por unos segundos esperé a los chicos que se habían quedado atrás pero no aparecieron, lo único que espero es que no los hayan atrapado.

[Farah Chestter]

Veía a Stone con sus golpes y marcas en la cara pero a pesar de ello, él contaba con la rapidez suficiente para correr y huir de la cafetería.

-¿Los perdimos?- le pregunté sin voltear a ver hacia atrás.

-No, siguen aquí. Espera- dijo él y le hice caso.

Él tiró al suelo dos estanterías y dos tachos de basura ocasionando un desastre que inmediatamente comenzaron a juntar los profesores. Yo reí a su lado y él me tomó de la mano para escondernos en un cuarto de lavado.

-Eso estuvo genial...- dije sin poder creer lo que acababa de hacer. -Qué locura- sonreí y despeiné su cabello cariñosamente, él arrugó la nariz.

-Lo sé, llevaba planeando eso desde el primer día que entré a la preparatoria.- respondió mientras trababa la puerta y se aseguraba de que nadie nos veía. Volteó hacia mí y chocó con mi pecho, si... un poco estrecho era el lugar.

-Disculpa, no medí el espacio- dijo desviando la mirada.

-¿No te duelen?- pregunté agarrando cuidadosamente su mandíbula para que me mirara y acaricie sus heridas.

-Ya me conoces, estoy bien...- fingió una sonrisa.

-Parece haber sido un fuerte gancho derecho. No te metas con Ganier, no quiero que vuelva a hacerte daño.

-Tranquila, nada que no haya pasado antes, Farah. 

Bajó mi mano y acarició mi mejilla mirándome a los ojos, sentí un leve escalofrío pero con él me sentía segura.

-Juntos superaremos lo que sea... hasta el mismísimo infierno nos tiene miedo.- sonrió mirando a mis ojos.

(¿Qué carajos está ocurriendo?) Pregunté por dentro al notar que sus actitudes eran típicas de un borracho sentimental.

El poco espacio que había en el cuarto no me impidió hacerme chiquita y retroceder un paso. Alexis bruscamente agarró mi cuello y me atrajo hacia él. Estampó sus labios con los míos formando un beso audaz, como si lo estuviese esperando hace mucho tiempo. No sabía cómo reaccionar pero mi cuerpo no quería separarse de él. Continué el beso fugaz y sin pensar en otra cosa que no sea nosotros.

Puso sus manos en mi cintura y luego posó una de ellas en mi mejilla.

(Stone, ¿cuántos secretos eres capaz de ocultar?) Dije en mi mente dejándome llevar por la locura de Alexis.

Una persona apareció en mi cabeza y me desconecté de la fantasía que estaba viviendo. Me separé del beso y bajé la mirada...

-¿Qué? ¿Qué pasa Farah? ¿Beso mal? Porque noté que lo disfrutaste bastante...- cuestionó él con un tono seco y frunciendo el ceño confundido.

Me quedé muda, no sé lo que hice ni porqué había hecho eso, pero temía que las cosas se fueran de control.

-Ah, entiendo. Sé lo que ocultas... Hay alguien más, ¿cierto? ¿Es eso? ¡Respondeme Farah!- su furia se aproximaba, podía sentirlo.