Escuché el claxon del coche a toda velocidad, mi corazón acelerado y como unos brazos me rodeaban contra su pecho. Tras unos segundos recomponiéndome, alcé la mirada y me encontré con sus ojos.
¿Qué haces aquí? Pero no podía alejarme de ella, me quedé así durante unos segundos que se hicieron eternos.
Entonces ella carraspeó y me alejé sin saber muy bien qué decir.
—Ehm... Gracias por... Sí, gracias.
—No me des las gracias, solo ten cuidado —añadió Minjeong.
—Lo sé —suspiré—. ¿Tu no estabas con los chicos?
—Ya no me apetecía seguir allí.
Me miró y noté mi vello ponerse de punta. Tienes que dejar de hacer eso.
El semáforo se puso en verde y escuché el sonido.
—Bueno, gracias. Será mejor que me vaya.
Ella asintió pero cuando me giré habló de nuevo.
—¡Karina!
Giré mi rostro para mirarla.
—¿Puedo acompañarte?
Suspiré negando. Otra encerrona.
—Esta bien.
Ella asintió y cruzamos el semáforo. La tensión entre las dos era notoria, cualquier persona podría percibirla.
Mi piso no estaba lejos, a unas a dos calles de aquí.
—¿Sigues viviendo en el mismo piso? —preguntó.
—No, me mudé. Ahora vivo a unas dos calles de aquí. ¿Y tú?
¿Y tú? ¿En serio Karina? Y a ti que más te da.
—Volví a alquilar en Fontbelle. Quería volver a ver a Emilia y me daba buenos recuerdos.
Reí levemente.
—¿No te cansa vivir en recuerdos?
—No. Por algún lugar se debe empezar a crear nuevos —la miré.
—¿Y no es mejor empezar de cero?
Ella negó sonriendo.
—Hay cosas que prefiero mantener.
—¿Cosas como qué?
Entonces me volvió a mirar como ella hacía y sonrió.
—Cosas como tú —carraspeó—, como vosotros. Quiero hacer las cosas bien.
Asentí. Ya. Como todos nosotros, no eres especial Karina. Nunca lo fuiste.
No dije nada, no sabía que decir. Me mantuve en silencio mientras caminábamos.
—¿Hace cuanto estáis juntos?
Fruncí el ceño confusa.
—Hmmm?
—Heeseung y tú.
¿Y a ti qué más te da?
—Menos de un año. ¿Por qué?
—Por curiosidad.
Frené mis pies en seco. Ella me miró confundida al frenar.
—Deja de hacer eso —dije rotunda.
—¿Hacer el qué? —preguntó confusa.
Me acerqué más a ella.
—Entrometerte en mi vida sentimental.
—Pero si no he dicho nada...
—¡Pero preguntas! Dices que es curiosidad, pero te he visto mirarme... Te he visto como me miras cuando estoy con Heeseung. Basta ya.
—Karina, yo te dije que no quería solucionar nada...
—¿Entonces por qué haces eso? Y no me hagas sentir que estoy loca porque sabes que no es así.
Ella suspiró y se quedó en silencio unos segundos, pero entonces miró a cada lado de la calle y caminó con firmeza hacia mí quedando rostro con rostro. Mi corazón latió como nunca antes, sentía que me saldría por la boca en cualquier momento. Tenerla tan cerca de mi otra vez aceleró hasta la ultima de mis partículas.
—No quiero solucionar nada porque te mereces algo mejor que yo... —me susurró casi sobre los labios— Pero eso no quita que me muera por besarte de nuevo.
Tragué saliva. No me dio tiempo ni a pestañear cuando se apartó dándome la espalda y habló de nuevo.
—Pero no pienso hacerlo, no pienso ni siquiera intentarlo, porque te mereces a alguien que esté ahí para ti, alguien que no desaparezca de la noche a la mañana. Claro que me molesta verte con Heeseung —exclamó dejándome sin habla—, pero no voy a hacer nada para remediarlo, porque no pienso entrometerme en cualquier cosa que te haga feliz por mucho que me duela.
Negué con la cabeza incrédula. De verdad estaba diciéndome todo esto...
—Por mucho que te duela... —repetí—. No te debió doler mucho cuando me dejaste.
Ella me miró seria, su rostro transmitía dolor. Una pena que jamás te llegue a entender nunca porque no te atreverás a contarlo.
—No tienes ni idea de lo que me dolió irme, Karina.
—Ya, claro —dije negando con la cabeza.
Fui a marcharme pero antes le pregunté algo más.
—Si no vas a entrometerte, ¿por qué sigues mirándome así?
Ella se quedó en silencio unos segundos.
—Porque mirarte así es lo único que me queda.
Su respiración era agitada, sus ojos tristes expresaban muchísimo... Ocultaban secretos que no entendía por qué no podía contarme. Minjeong se había vuelto un enigma casi imposible de resolver.
—Lo siento por esto. Prometo no volver a molestarte.
No me dio tiempo a decir más cuando la vi marcharse con las manos en los bolsillos. Tampoco quise seguirla, ¿pues qué iba a hacer? Pero desde luego las cosas habían cambiado, y yo no sé qué iba a hacer con todo esto.
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once again | winrina
FanfictionCuando el amor se va, el dolor se queda. Karina lo sabía muy bien. Es lo que sucede cuando la persona que amas, de la noche a la mañana, se marcha de la ciudad sin avisar o despedirse. Ahora, cuatro años después, Minjeong regresa a Bristol con un n...
6: Preguntas, preguntas y preguntas
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