Dear Little Brother

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Su corazón latía con rapidez, se sentía nervioso. 

Había escrito la carta más especial para declararsele a su enamorado. 

Decidido, dejo la carta en su casillero y se fue sonriente, con un rubor en sus mejillas. 

Durante el recreo, mientras caminaba junto a su amigo, se topó de frente a su hermano con su grupito de futbolistas populares. 

—. Dios, ¿cómo puede ser tan perfecto? - exclama su amigo. 

¿Se refería a su hermano? ¿O a alguno de su grupo? 

—. ¿Quién? - preguntó. 

—. Spreen - respondió. 

Su hermano, su querido hermano mayor. 

—. ¿Qué hay, Quackity? - saludo Spreen, ya frente a ellos. 

Su amigo soltó un suspiro, disimulado para cualquiera, excepto para Quackity. 

—. Hola, hermanito - saludó de regreso —. ¿Llegarás a cenar hoy? 

Quackity hizo su pregunta muy ilusionado, ya que su hermano no solía llegar para la cena por el trabajo de medio tiempo. Spreen y su padre no tenían una buena relación, por lo que el mayor tenía su trabajo para no depender tanto de él. 

—. Claro, ya sabes que hoy es viernes y además de que descanso, él no está - respondió sonriente. 

Spreen de verdad odiaba a su padre. 

Pese a ser de la misma sangre, la persona que crió a Quackity, no era la misma que crió a Spreen. Las personas cambian con el tiempo, y a veces nos toca ver la peor faceta de una persona.

—. Muy bien, te espero entonces - respondió. 

Spreen asintió, despidiéndose de él y de su amigo. 

Al finalizar las clases, mientras Quackity guardaba sus cosas, uno de sus compañeros le pidió quedarse de último, era su enamorado. 

Una vez el salón vacío, aquel chico comenzó a hablar. 

—. Escucha, Quackity - habló serio, su tono no le gusto —. Eres un chico maravilloso, muy guapo, muy atractivo, y me halaga la forma en la que me miras, pero no siento lo mismo. 

Quackity asintió, le dijo que no se preocupara y aceptó el rechazo. Sin embargo, eso no quitaba el hecho de que se sentía mal. 

Al salir, se encontró con su hermano mayor. 

Spreen se acercó de inmediato al verlo decaído —. ¿Qué ocurrió? ¿Te hicieron algo? - preguntó preocupado. 

El menor negó, restándole importancia —. Nada interesante, sólo vamos a casa. 

Spreen obedeció, no quería agobiarlo en público. 

Pero una vez en la casa, Quackity se deshago. 

Spreen lo consoló, abrazándolo en el sofá. Cuando cayó la noche, pidió pizza para tenerlo contento, puso su película favorita, y se quedaron viéndola mientras conversaban. 

Mal de amores, era algo que no quería que su hermano experimentara. 

—. ¿Alguna vez te has enamorado? - pregunta Quackity, viendo la película. 

Spreen lo miró por un momento, analizándolo —. Claro, me he enamorado.

—. ¿Y esa persona te ha correspondido? - preguntó, girándose a verlo. 

One Shots SpreeckityWhere stories live. Discover now