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the , ¿¡ cold hands !?
彡 Ivan Bujaeruk . . .
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Rodrigo amaba la sensación de ser tocado por Ivan.
Amaba sus grandes y frías manos que lo hacía enloquecer.
Amaba ser pequeño para Ivan.
Amaba los mimos que ambos se daban, los pequeños besos en sus lindas mejillas esponjosas y su frente, amaba ser una muñequita delicada para Ivan.
Sobre todo cuando él podía logar cumplir sus fantasías...
ミ★ . . . ☆彡
Ambos se encontraban en la cocina, Rodrigo estaba rascando las encimeras con sus uñas, gemía y gritaba, su tersa espalda arqueada como la de un gato, Ivan ignorando a Rodrigo, seguía embistiendo a su propio ritmo, como si fuera hecho solamente para él, seguía buscando su propia liberación, Rodrigo amaba eso, amaba la diferencia de altura y fuerza, amaba sentirse tán pequeño ante él, que con solo un tacto podría derrumbarse, pero cuando Ivan lo destruía cambiaba sus expectativas.
no podía moverse por la gran fuerza que tenía Ivan, deliraba por saber los movimientos de su amante, mientras el pueda sentirse lleno y complacido no se quejaría, después de todo él no podría llorar ya que amaba como Ivan lo trataba, que le cumpliera sus más grandes deseos...
―Sos tan lindo― llamó el mayor mientras daba lentas embestidas, provocando que el más bajo soltara pequeños jadeos y dejará algunas marcas con sus uñas en la espalda del alto
―Termina de una vez― musitó Rodrigo, haciendo que el mayor soltara una risita y acelerara.
Eso provocando que ambos se lograran liberar al mismo tiempo, mientras el alto abrazaba al castaño, mientras Rodrigo sujetaba la espalda de Iván, el más alto se acercó a Rodrigo depositándole pequeños besos en su frente, ojos y mejillas, intentando limpiar algunas lágrimas
―Perdón bebé― susurró en el oído del castaño.
―Solo no vuelvas lograr hacerme llorar de nuevo..―
―Lamento haberlo hecho, no quería hacerte sufrir Ro..― mentira, amaba ver a Rodrigo llorar verlo destruido por él
―Mi pequeña estrella...― En parte amaba a Rodrigo por lo que estaba dispuesto a hacerlo feliz
Después de esa larga noche, decidieron terminarla con un par de mimitos y besos observando la película favorita de su pequeño castaño y unos cuantos dulces, lo cuál hizo que terminaran dormidos.
