⁸|Por un poco de diversión

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Cierto, Bright había tenido que mentirle a Gun -de nuevo- cuando preguntó al respecto, diciéndole que no podía revelar nada porque podría ser peligroso y Metawin hermoso Win le exigió no decir nada, pero que estuviera tranquilo, que no había de qué preocuparse por ahora.

Pero las palabras de Gun eran razonables. Si lograba obtener un premio con la bendita lotería, podría cancelar su deuda y romper lazos con la mafia, porque Bright no deliraba negando la procedencia del dinero de Win, ni imaginando que no se estaba involucrando en cosas sucias por el simple hecho de haber solicitado un financiamiento a alguien como el dueño del casino Souri y, además, teniendo tratos tan personales e íntimos con el hombre.

Lo más saludable era que, si podía obtener una fuente de ingresos más limpia y cumplía con sus adeudos, podría volver a la normalidad. Dedicarse a su trabajo mal pagado y a su madre, una vez que estuviera de vuelta en casa. Los médicos daban muchas esperanzas de que el tratamiento erradicara el cáncer definitivamente. Sin embargo, pensar en dejar de ver a Win, dejar de sentirlo alrededor y encima de él, provocaba un sentimiento confuso.

Sacudiendo la cabeza, espantó el pensamiento. Era solo la falta de sexo con mujeres lo que lo tenía así, el estar exclusivamente siendo usado por Win cambiaba la perspectiva, necesitaba sacarse la sensación volviendo a meterse entre las piernas de una mujer, en un coño húmedo y dispuesto, un par de tetas firmes y el aroma a vainilla que usualmente tenían las mujeres. Cambiar en su sistema el olor a flores de la casa y la piel de Win.

-Bien, enano. Vamos a comprar un billete y si tenemos suerte, pagaré mi deuda y lo que quede será tuyo.

-¿De verdad, Phi? -chilló Gun, levantando la cara del tazón vacío.

-Sip. Vamos -dijo Bright, levantándose de la mesa en el restaurante- Compremos un billete de lotería y vamos por un poco de diversión al bar del otro lado de la calle.

Gun casi tira la silla, al levantarse de golpe, totalmente emocionado y se dirigieron juntos al otro lado de la calle a comprar lotería en la tienda de conveniencia. Después de eso, fueron hacia el bar y se sentaron a tomar un par de cervezas. No tenían que buscar conquistas, por lo general, las chicas llegaban a ellos, como las abejas a la miel.

»Solo unos veinte minutos después, dos rubias hermosas estaban compartiendo la mesa con ellos. Bright se le quedó viendo a la rubia número uno, que estaba sentada junto a él, era linda, curvilínea, joven y bien proporcionada y por supuesto, olía a vainilla, pero no era hermosa y olía equivocado...
No olía a flores.

Apartando el pensamiento absurdo, Bright coqueteó con ella, del mismo modo en que Gun coqueteaba con la rubia número dos, pero el enano ya se le estaba comiendo la boca a la chica, Bright veía los labios de su chica y se veían ¿mal?, eran finos y estaban coloreados de rojo intenso, rojo puta, no eran gruesos y brillantes, no tenían el natural color rosa de la sangre bajo la delicada piel, no se veían suaves y jugosos.
¿Qué carajos pasaba con Bright? Tenía a una mujer casi en su regazo, muy dispuesta a abrir las piernas para él y Bright solo se había dedicado a encontrar defectos en la chica. La besó de pronto, para cambiar su línea de pensamiento. Hizo una mueca. Eran suaves, pero no tan suaves y el sabor del labial era horrible, no era dulce.

Aun así, siguió besándola y sintió como la delgada mano de la chica vagaba por su entrepierna, hasta rozar su polla, era estimulante, pero no lo suficiente, era solo una caricia suave, Bright deseaba un agarre más firme y fuerte, posesivo y demandante. Todavía se dejó acariciar y conseguir una semi erección, no era dolorosa.

Solo media hora más tarde, Gun salía con la rubia número dos casi montándolo como a un corcel y riendo medio ebrio. Bright llevaba a la número uno agarrada por la cintura y tomaron un taxi hacía el hotel que frecuentaban con sus conquistas de una noche.

Bright no sintió la mirada aguda que casi le perforaba la nuca cuando se subía al taxi, ni notó a las dos camionetas atrás, haciendo el acostumbrado cambio de luces o el Audi azul que adelantó al taxi en una intersección.

Llegó al hotel y tomó una habitación para encerrarse con la rubia.






Llegó al hotel y tomó una habitación para encerrarse con la rubia

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Ohdiosantoooooo 😳
OHDIOSANTOOOOOO!!!!!!

INTERESES  ლ [Adap. BrightWin]Where stories live. Discover now