Debería romperte los dientes por decir eso, Draco Malfoy.

Se lo merecía, pensó él, pero no podía sacarse la idea de la cabeza, sobre todo cuándo ella había estado saliendo mucho últimamente.

_Entonces contesta la pregunta.

Creía que me respetabas-dijo ella, herida. Se dirigió hacia la puerta, pero él le agarró del brazo antes de que pudiera alcanzarla.

_Te respeto, Hermione, lo sabes. Por eso no puedo entender por qué no dejas que esto suceda con naturalidad.

Ella soltó un bufido.

_He estado esperando con naturalidad, y francamente, no veo por qué un hombre en mi vida supone alguna diferencia en que yo quiera tener un hijo-y con los brazos en jarras, añadió-:¿Realmente crees que me iría alegremente a la cama con un hombre para quedarme embarazada a propósito y que luego no se lo diría? ¡No me estoy acostando con mis citas! Y bo es asunto tuyo si lo hago.

Draco la miró como un cazador a su presa.

_Soy tú mejor amigo. Si es asunto mío, y no sé que es peor, si un donante al que conoces y que no quieres que participe más allá de un momento de placer, o que vayas a meterte esperma de un extraño en el cuerpo, y críes a su hijo.

_Mi hijo-recalcó con fiereza.

_Por no hablar del derecho de este hombre a saber...

_No-lo u interrumpió ella, haciendo un gesto con la mano-. Sin derecho. Los rechazó al firmar los papeles. Se trata de mi cuerpo, mi vida y mi decisión, y no voy a discutirlo contigo.

_¿Vas a dejarme a fuera porque tengo otra opinión?

_Tú estas satisfecho con cuidar niños sin tener los tuyos propios. Esa es tu elección, no la mía.

_Eso es porque soy la única persona con la que puedes contar cuando algo va mal.

_Vaya gracias Draco. Ahora, porque no te vas de mi casa antes de que siga diciendo cosas que provoquen que no quiera verte.

Draco gruño, con el corazón en un puño. Sabía que ella nunca le haría aún niño lo que sus padres hicieron con él, pero no podía evitarlo.

_Hermione...

Mira Draco, si pudiera tener a alguien que se comprometiera conmigo, genial. Pero ahora mismo no es así, que déjame en paz-sonó el timbre de nuevo-. Tengo que irme.-abrió la puerta de un tirón y encontró a Alex al otro lado.

_¿Llegó en mal momento?-dijo Alex-.¿O prefieren hablar aquí afuera, en el jardín para que se entere toda la ciudad?

Hermione miró a Draco por encima del hombro mientras se colocaba el bolso.

_Esta discusión ha terminado.

_Desde luego que no.

Hermione ni siquiera volteó a mirarlo.

_Cierra con llave cuándo te vayas-dijo cerrando la puerta y marchándose con Alex.

Draco se quedó inmóvil durante unos instantes. Hacía tiempo que no discutían así, y todavía trataban de asimilarlo.
Ñ
Un hijo. La idea lo dejaba helado. Le preocupaba que ella quisiera tener un hijo sin un padre, pero también le inquietaba que no pensará en contarle.

Draco no pudo quedarse en casa dándole vueltas a la cabeza. Paseó un rato antes de dirigirse a la casa de los Granger.

John y Jeans, los padres de Hermione, enseguida lo invitaron a cenar. Emily y su marido Patrick y sus hijos estaba allí. Era viernes por la noche y la casa se llenaba de alegría y gente. A Draco le encantaba. Era como estar en casa.

Estaban todos en el patio trasero, donde el aroma de costilla en la barbacoa impregnaba el jardín bien cuidado de Jeans y evitaban que se acercará los mosquitos.

Draco dejó de jugar un momento con Thomas y se acercó a Patrick.

_El será toda una estrella-comentó.

_Esperemos que se haga millonario y mantenga a sus padres de por vida-dijo Emily al pasar con los platos sucios hacia la casa.

Patrick se rió, le guiño el ojo a su mujer y se quedó mirándola hasta que desapareció de su vista. Le ofreció a Draco una cerveza helada y se sentaron para ver a su suegro jugar con sus hijos.

_Bueno, ¿Y cuál es el sabor de esta semana en el menú del doctor Malfoy, el seductor de la ciudad.

Draco soltó u bufido. Ninguna la verdad.

Patrick arqueó las cejas. Draco le explicó que estaba bastante ocupado, algo que a las mujeres no parecía gustarles mucho. Prefiero no decirle que había dejado de salir con ellas porque estaba harto de dejarlas o que lo dejarán. Su carrera era más importante.

_Lo que necesitas, Draco es encontrar alguien que te guste tanto o más que tú trabajo.

_No es posible.

_Esta lo que pensaba-contestó Patrick, divertido.

Emile llegó con un pastel en una mano y tenedores platos de cartón en la otra. Patrick dejó la cerveza y corrió ayudarla. Liberandola de la mitad de su carga, le robó un beso y le susurró algo al oído que la hizo sonreír y apartarlo juguetonamente de un codazo.

Draco se sintió casi celoso.

Se levantó con la cerveza en la mano, y se apoyó contra el muro de piedra que rodeaba el patio. Sonrio al ver la actividad que se desplegaba ante él. Los niños jugaban en el balancin de madera. John le daba consejos a su nieto cómo patear la pelota. La pequeña alison quería que su abuela la subiera en brazos.

Draco recordó los tiempos en los que John trataba de apartarlo de su hija. No podía culparlo de ello. No auguraba nada bueno, vestido siempre de negro y el pelo en punta. Pero allí no terminaron las cosas. Hermione insistió en que no iba abandonarlo. Había desafiado a su familia, sobre todo a su padre, para seguir siendo su amiga.

No tenía ni idea el cambio en su vida que supuso para él aquel primer día que conoció a Hermione después de la escuela. Cuándo la vio acercarse con su uniforme el corazón empezó a golpearle el pecho como un martillo. Ella le pidió que la acompañara a casa, pretextando que un chico la molestaba, pero él sospechaba que la verdadera razón había sido pena, quizás, curiosidad. No le importó. Una chica increíblemente guapa y amigable a la que no conocía se dirigía a él. Hermione fue a él y permaneció a su lado. Su amistad había ido creciendo poco a poco. Ella lo buscaba a la entrada del colegio, hablan con él. Todavía había chicos que lo provocaban o que lo miraban con desprecio, pero Hermione siempre hablaba con él, y cuando finalmente le contó cómo se sentía por haber sido abandonado, no le ridículizo si no que lo abrazo y le dijo que nunca más estaría solo. Había querido besarla entonces. Mucho. Pero sabía que si lo hacia arruinaría su amistad, y el quería formar parte de vida, formar parte de algo.

Desde entonces había respetado su intimidad, así como ella la suya. Hasta que consiguió una beca y fue a la universidad habían sido inseparables. Por eso le dolía tanto que ella no contara tanto con él como hacían antes. Que ella quisiera tener un hijo sin un padre lo ponía nervioso, pero también que se lo hubiera ocultado.

_¡Tío Draco! ¡Atrapala!

Draco levantó la vista y atrapó el balón. Observó con atención a las parejas de la familia viendo como se divertian con sus hijos y no separadamente. Pensar en Hermione embarazada de un hombre sin nombre lo atormentaba, lo retrotraía a la cara borrosa del hombre que fue su padre. Esta loca pensó. Tenía que hacerle reconosiderar. Los niños ilegítimos solían venir por accidente, no de manera intencional.

Tenía que hablar con Hermione de su fatídico plan de ser una madre soltera ¡a propósito!

¡Lo real está aquí!Where stories live. Discover now