⁰⁶ | Espíritus del bosque

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—¡No te atrevas! Baja el arma—, gritó Ayame

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—¡No te atrevas! Baja el arma—, gritó Ayame.

La cueva a pesar de ser oscura lograba iluminarse con algunas antorchas. Las personas gritaban pidiendo ayuda, la mujer dejó el hacha en el suelo y empezó a caminar hacia la chica.

—Debiste matarme cuando pudiste—, empezó a decir la anciana, —mi poder crece con la luna llena y nadie más que ese demonio puede detenerme—.

—Pense que eras un alma con mala suerte, ahora veo que no—, dijo Chiyoko burlonamente.

Su abuelo le enseñó todo sobre la hidroquinesis, todas sus formas, desde las técnicas buenas hasta las más oscuras. Si bien, Ayame a veces suele utilizar alguna técnica oscura contra los demonios, jamás lo haría con otras personas.

—Ja, te crees demasiado buena por ser una mata demonios, pero aquí yo tengo el poder—, dijo la mujer y empezó a hacer movimientos para poder controlarla.

—No me creo demasiado, sé que soy lo mejor y tendrás suerte de que yo acabe con tu vida—, dijo la chica sonriendo.

Ser una maestra del agua no significa que seas inmune a otros maestros, sin embargo, el poder de Ayame es resistir, aunque realmente nunca lo supo.

—Hoy morirás y te llevaré con la señora del lago— dijo la anciana con su sonrisa de loca.

Empezó a librarse una batalla de técnicas de agua y sangre, Ayame trataba de no utilizar el control para ganar, pues a pesar de que el demonio la utilizaba, no desistía de matar a otras personas por placer.

La mujer empezó a tratar de controlar el cuerpo de Chiyoko, pero al no poder, empezó a utilizar el agua como arma, mandando ataques a diestra y siniestra.

Pero todo se tornó peor cuando la anciana se quedó sin agua y empezó a utilizar a los rehenes como elemento, es decir, se apoderaba de todo el líquido de la persona y lo usaba contra ella.

—Eso no es digno de una maestra agua, pero no esperaba nada de ti—, dijo con enojo la chica arcoiris.

Ayame simplemente tomó velocidad y clavó la katana justo en medio de su pecho. La mujer ni siquiera la vió venir, pero con su último aliento trato de matarla con un puñal de hielo, sin embargo está se deshizo en cuanto tocó el cuerpo de Ayame.

Los lazos que unían a las personas con la anciana desaparecieron. Ayame con rapidez empezó a soltar a las personas, todas lloraban mientras agradecían. Algunas la ayudaron a bajar los cuerpos de los fallecidos hasta el pueblo para darles un digno entierro.

Aún había un problema y es que su maestro seguía luchando con la mujer demonio del lago. Suponía que era fuerte, o el pilar no se hubiera tardado tanto.

Puso a salvó a las personas, algunas salieron de sus casas para ayudar cuando vieron que sus seres queridos regresaban.

Por otro lado, la cazadora corrió a ayudar al pilar que peleaba sobre la orilla del lago.

Multicolor | Demon Slayer • KNY | Tokito MuichiroWhere stories live. Discover now