⁰⁵ | Un pueblo maldito

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—Demasiado lenta, Ayame—, comentó el pilar de la niebla

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—Demasiado lenta, Ayame—, comentó el pilar de la niebla.

Después de pasar una semana entre su recuperación y entrenamiento, la chica Chiyoko fue enviada a la finca del pilar de la niebla, quién la ha torturado (palabras de Ayame) hasta el cansancio con sus técnicas de combate.

Si pensaba que su abuelo se quería deshacer de ella, bueno, el pilar definitivamente podría hacerlo.

—Demasiado lenta, Ayame—, volvió a decir el chico.

Lo más difícil para la chica no es realmente la respiración, sino la resistencia para hacer los demás ejercicios. Y en este caso, soportar las peleas con su maestro.

Tokito siempre está de misiones, pero cuando regresa, que es cada tres días, la hace tragar tierra. Pues según él, su poder de concentración no es bueno, y es lo que se necesita para realizar una pelea adecuada.

—Eso mejoró, concéntrate—, dijo el pilar.

Y aunque el pilar no esté, los empleados que se encuentran en la finca siempre están vigilando su entrenamiento, su recuperación, sus avances y hasta sus horas de sueño.

A Chiyoko eso no le molestaba, después de todo, sus familiares eran peor en ese sentido.

—Terminemos por ahora, ve a descansar—, finalizó el entrenamiento.

Algunas veces también la ponían a leer sobre las técnicas de combate del pilar y cómo perfeccionarlas. Ayame al ser una chica proveniente de una gran familia de espadachines, se toma muy enserio las cosas que tengan que ver con su trabajo. Después de un mes, ella ya se encontraba mucho mejor y totalmente recuperada.

—Descansa y mañana prepárate, iremos de misión—.

Su siguiente misión no era realmente acompañar a su maestro, más bien es una prueba para saber el resultado del entrenamiento.


El pilar de la niebla siempre suele perderse en sus pensamientos y Ayame se preguntaba cómo es que recordaba su nombre aún sabiendo que es tan olvidadizo, pero también tenía la duda de cómo es que la recordaba a ella.

Posiblemente sólo por su físico, ya que sus ojos o su pelo no pasan desapercibidos ante los demás.

—¿Ya mérito llegamos?—, preguntó Ayame al pilar.

—Todavia no—, habían caminado por dos días, al lugar que iban era un pueblo que se encontraba en la montaña, pasando la estación de tren.

Multicolor | Demon Slayer • KNY | Tokito MuichiroWhere stories live. Discover now