Narrador: Estamos en la biblioteca de Hogwarts, en uno de los rincones más tranquilos. Draco Malfoy se acerca cautelosamente a Astoria Greengrass, que está sentada en una mesa leyendo un libro.
Draco: Hola, Astoria. ¿Te importa si me uno a ti?
Astoria: (levantando la vista del libro) Oh, hola, Draco. Claro, siéntate.
Draco: ¿Qué estás leyendo?
Astoria: El libro de Herbología para el quinto año, quiero estar preparada para las próximas clases.
Draco: Ah, yo ya lo terminé. ¿Necesitas ayuda con algo?
Astoria: En realidad, sí. No entiendo muy bien el uso de la raíz de mandrágora. ¿Podrías explicármelo?
Draco: Claro. El uso principal de la raíz de mandrágora es en los pociones para restaurar los sentidos y la cordura de personas que han sido petrificadas o malditas.
Astoria: Ah, eso es interesante. (pausa) Draco, no hemos hablado mucho desde que empezó el curso. ¿Todo está bien?
Draco: Sí, todo bien. (pausa) Es sólo que... últimamente me he sentido un poco atrapado.
Astoria: ¿Atrapado? ¿En qué sentido?
Draco: En el sentido de que no tengo muchas opciones. Soy un Malfoy, y hay ciertas expectativas que vienen con eso. (pausa) Y luego está mi padre...
Astoria: Ah, entiendo. ¿Te gustaría hablar de ello?
Draco: No lo sé. (pausa) A veces siento como si Hogwarts fuera lo único que tengo.
Astoria: Bueno, si alguna vez necesitas hablar o simplemente pasar el rato, sabes que puedes contar conmigo.
Draco: Gracias, Astoria. (pausa) ¿Te gustaría ir a dar un paseo por los jardines esta tarde?
Astoria: Me encantaría. (sonríe)
Narrador: Y así, Draco y Astoria pasaron la tarde juntos, caminando por los jardines de Hogwarts y hablando de todo lo que les venía a la mente. Aunque la amistad entre ellos era relativamente nueva, ambos sentían que habían encontrado en el otro un confidente y un compañero en un mundo lleno de incertidumbre. Y tal vez, sólo tal vez, esa amistad pudiera convertirse en algo más en el futuro.
