(I) Grandes Noticias

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Muchos cambios ocurrieron en el Palacio de Jade una vez que el guerrero espiritual Kai fue derrotado por el Guerrero Dragón. Po no solo se convirtió en maestro, sino que ahora enseñaba Kung Fu a cientos de alumnos que provenían de todas partes de China, y como consecuencia, las antiguas instalaciones y salas de entrenamientos no eran suficientemente grandes como para abarcar a tales números.

El combate de Kai contra el maestro Shifu y los Cinco Furiosos provocó severos daños en el Palacio de Jade. No solo la estatua de Oogway fue destruida, así como otras que conmemoraban la memoria de los grandes maestros, sino que el Salón de los Héroes también fue arrasado por la furia del guerrero espiritual, junto a varios edificios a su alrededor. Como consecuencia, el Palacio de Jade tuvo que ser restaurado casi en su totalidad. Y ahora, bajo la dirección de Po, se harían nuevos edificios e instalaciones para acoger a la gran cantidad de estudiantes que aumentaba exponencialmente. Sin embargo, hay eventos tan dolorosos que ni siquiera el mismo Oogway, con todo su conocimientos y control de Chi pudo evitar.

El maestro Shifu, como a todos los seres vivos, había dejado este mundo y ahora descansaba junto a su maestro en las remanentes agua del plano espiritual, junto a aquel pacífico durazno de color dorado. Su partida fue triste, pero nadie sufrió más que Tigresa, quien además de su maestro, lo consideraba como un padre.

La muerte de Shifu fue una dura lección para muchos, en especial para Po, en cuyos hombros ahora descansaban las responsabilidades de velar por el Palacio de Jade, así como del Valle de la Paz. Sin embargo, Po contaba con la ayuda de los Cinco Furiosos, pero en su interior todos sabían que eso no duraría para siempre, pues tarde o temprano, cada uno de ellos debería buscar su propio camino. Pero para algunos ese momento llegó mucho antes de lo esperado.

Era una agradable noche de otoño. El frío aún era leve y el oscuro cielo estrellado traía consigo una paz y una tranquilidad acogedora. Los Cinco Furiosos se encontraban en la pequeña cocina donde esperaban con ansias a que su maestro Po terminara de preparar aquellos platillos deliciosos que hacía con tanta facilidad.

Po: - ¿Me puedes alcanzar unos rábanos? Están en la repisa de arriba. -

Víbora: - En seguida, querido. -

Víbora trepó por las columnas del comenzó a lanzarle las verduras a Po.

Grulla: - Es bueno saber que hoy vamos a comer bien. Ayer fue "toda una experiencia." - Decía con un tono burlesco.

Mono: - Oye. Apenas estoy aprendiendo. Pensé que la cocina iba a ser más fácil. Al menos yo puedo intentarlo - Concluyó con una leve burla.

Grulla: - Ja. No tiene idea de lo difícil que es cortar los vegetales con un solo pie. Mis alas no sirven para la cocina. -

Mantis: - Entiendo cómo te sientes. Pensé que cocinar sería más fácil que la acupuntura pero resulta que tampoco se me da bien. -

Tigresa: - La veces que lo he intentado terminó cortando la mesa o quemando la comida... pero al menos no se me ocurrió echarle plátanos a una sopa de fideos. -

Mono: - Oye. Eso no quedó tan mal. -

Tigresa: - Para ti. Al resto no nos gustó mucho. -

Mono: - Ahí tienes un punto. -

Víbora: - Por eso mi prometido es todo un maestro de las artes culinarias. - Decía con cierto orgullo mientras descendía de las repisas. -

Po: - No creo que sea tan bueno. Además, creo que todos podrán ser excelentes cocineros con suficiente práctica. -

Mientras Po hablaba, comenzó a servir en tazones de madera y a repartirlos entre los comensales. Finalmente se sirvió un tazón para él y se sentó junto al resto.

Kung Fu Panda Fanfic - La Sombra de la Ciudad de GongmenWhere stories live. Discover now