⊱ chapter five ࿐

Start from the beginning
                                    

     —Con la chica esta —respondió—. Emilia Dolce. 

     Un bufido salió de los labios de Alejandro. Lo tenían cansado con las preguntas acerca de la chica. El ser vistos juntos en aquella joda había hecho que la gente hablase y hablase.

     Incluso había leído aquel hilo en Twitter que se había vuelto viral. Podía admitir, solamente para sí mismo, que incluso había creído por un segundo que era verdad y que se conocían desde el 2017. 

     —Nada —respondió alzando los hombros. 

     —¿No era que salieron juntos a una joda? —preguntó Lisandro, inclinando su cuerpo hacia delante para verlo. 

     —No salimos a ningún lugar —aclaró con cansancio—. Simplemente estaba ahí y me la encontré en la barra. Además, eso ha sido tú culpa —acusó al defensor—. Me dijiste que ibas a ir. 

     Mar volteó a ver a su novio y frunció el ceño: —Vos nunca me dijiste nada de ninguna joda. 

      —Porque nunca te dije que iba a ir, Garna —aclaró Licha—. Tenía entrenamiento temprano al día siguiente y no era bueno caer con resaca. Me iban a cagar a pedo —señaló sutilmente a la rubia que no lo estaba viendo más.

     —Igual, no entiendo el porqué de tu mal humor con Emi —continuó hablando Martí—. Es bastante simpática. 

     —¿La conoces? 

     —Ajá —afirmó—. La conocí el año pasado después del Mundial. 

     —Mis conversaciones con ella no fueron muy simpáticas que digamos. 

     La pareja compartió una mirada. Lisandro asintió, dejándola tranquila de él iba a ver qué pasaba desde ahí. Garnacho tenía más confianza con Licha, debido a que pasaba más tiempo con él, de lo que podía tener con Martina. 

     Martí se levantó del sillón y abandonó la sala, subiendo las escaleras hasta el cuarto que compartía con su novio.

     —¿Qué pasó? —inquirió Lisandro, una vez que quedaron ellos dos solos. 

     —Nada.

     —¿Es porque entendió garnacha? ¿Seguís enojado con eso? 

     —No puede confundirse con algo así, boludo —exclamó molesto, haciendo más notorio el acento español.

      —De hecho, puede —afirmó Licha—. A Mar le suele pasar bastante, sobretodo si la hacen cambiar reiteradas veces del español al inglés. Llega un punto en que su cerebro confunde la cosa más simple. 

      —Estaba hablando en inglés. 

      Lisandro sonrió de manera ladeada y negó con la cabeza. 

      —Te estás haciendo un drama innecesario, boludo —exclamó divertido—. ¿Te mandó algún mensaje o algo después de la entrevista? 

     —Me pidió disculpas, pero eso no soluciona nada.

     Su compañero de equipo frunció el ceño ante aquello.

     —¿Y qué otra cosa querés que haga? Por lo menos se disculpó con vos por el mal rato que te hizo pasar. Muchos simplemente lo ignoran. 

     —A vos también te hizo pasar un mal rato —atacó, quedándose sin ideas—. Muchos comenzaron a decir que ibas a engañar a Martina, o que ya lo habías hecho, con ella. 

      —Tenés razón —concordó con él. Sin embargo, aquello no terminó en ningún drama con Martí, por suerte—. Pero, tan pronto como vio el quilombo que se armó, nos mandó un mensaje a los dos pidiendo disculpas. También al Cuti y su mujer. 

      Alejandro suspiró con fuerza y pasó una mano por su rostro.

      —Si seguís molesto porque la gente te sigue comparando o preguntando por Emilia, eso ya es algo que se escapa de las manos de la piba —continuó hablando el antiguo morocho—. Te estás haciendo mucho quilombo por nada —Una mano cayó sobre la espalda del adolescente—. Y vos solo estás avivando el fuego con los tweets que están soltando. 

     Garnacho rodó los ojos ante lo último.

     —Ella también lo está haciendo. 

     —Porque vos la estás provocando —contraatacó, teniendo un pequeño déjà vu de su historia con Martina. 

     —¿Y qué me dices de esa canción que va a sacar? 

     Lisandro se rascó la frente antes de responder: —No es para vos —aclaró, bajando la voz—. Emilia le mandó a Mar un borrador y créeme cuando te digo que no pega con nada de lo que pasa con ustedes dos. 

     Alejandro frunció el ceño y no pudo evitar preguntar: —¿Para quién es, entonces? 

     —Creo que para el ex, pero qué sé yo —alzó ambas hombros. 

     Puso pausa en la serie y retrocedió hasta la escena donde se fue Martí, y cambió de perfil para poner el partido donde iba a jugar el Cuti. 

     Mientras tanto, Alejandro se quedó en silencio, observando cada una de las acciones de Lisandro. 

     No había ningún ex en internet cuando buscó acerca de Emilia Dolce. 







Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


50 VOTOS + 30 COMENTARIOS = DESBLOQUEAN chapter six 

bejeweled; almxstlovdunxt © 2023

bejeweled; alejandro garnacho ⁴Where stories live. Discover now