-Pues no pensé que mi hijo fuera así.-- se atrevió a decir el hombre mayor con una sonrisa cínica.

-¿Al igual que? ¿Así gay?--Mario refutó soltando esa última palabra con fuerza.

-Si y además de eso contestón ¿De dónde aprendiste eso? Que horror.

El disgusto en las palabras del hombre era evidente pero esa sonrisa sarcástica era confusa, parecía un chiste, parecía que solo estaba jugando pero la expresión de su hijo era todo menos juguetona, realmente estaba enojado y todos en la sala lo sabían, pero el más sorprendido era Daniel que miraba a todos lados rogando por ayuda, el castaño nunca se enojaba con ese tipo de comentarios, siempre sabía que respondía de manera ingeniosa pero ahora solo parecía que quería gritarle a cualquiera que le llevaría la contraria, por eso ahora solo estaba ahí sentado como un niño regañado viendo a todas las direcciones posibles.

Afortunadamente para la joven pareja la mujer mayor tomó la palabra dirigiéndose a Daniel.

-Pero, Daniel ¿tú no tenías alguna hermana?--El susodicho asintió sintiéndose ansioso de que ahora toda la atención estuviera sobre él-- Entonces debió ser por eso, cariño, a lo mejor pensaste que era una de sus hermanas.

La mujer estaba defendiendo a su esposo de esa forma que tanto le molestaba a su hijo que ahora ponía los ojos en blanco totalmente fastidiado, tanto fue su disgusto que en lo que continuaba la plática solo estaba sumido en sus propios pensamientos ocasionalmente viendo a su pareja por si necesita del para manejar la situación.

-Bueno, Daniel, ¿y en qué era que trabajas? --Preguntó la mujer después de hacer una pausa a la conversación para que todos pasaran al comedor y sirviera un postre a cada uno junto a bebidas calientes.

Daniel sintió una mezcla de sentimientos, por un lado le aliviaba que después media hora de solo haber escuchado a los mayores ahora si fuera su turno de demostrar que era digno de casarse con alguien tan importante como su propio hijo pero ¿y si no estaban de acuerdo?

-Trabajo con el gobierno, soy gerente de recursos financieros.--Respondió intentando formar una sonrisa que terminó en una mueca de incomodidad.

-Entonces tú eres el hombre de la casa, pero realmente no me sorprende.--Agregó el hombre mayor entre risas.

Y así después de que Mario le diera un ligero apretón en su muslo debajo de la mesa para que les siguiera el juego Daniel volvió a soltar una risa incómoda pues eso es lo único que había hecho desde que llegó a esa casa, sabía que esos chistes no eran graciosos, sabía que la gran mayoría del tiempo solo habían criticado a su pareja pero enserio estaba esforzándose por ser aceptado, tal vez inocentemente esperando que muy en el fondo estos padres solo demostraran su cariño de una forma inusual, enserio quería que esa fuera la razón de todas esas burlas.

-Pero ya enserio, Daniel no te está manteniendo ¿o si?--Ahora el mayor del lugar se dirigió a su hijo con tono más recriminatorio que burlón porque dentro de su lógica ser homosexual era malo pero ser homosexual y "la mujer de la relación" era mucho peor.

Mario que se había pasado esos últimos minutos pinchando el cheesecake desde que se sentó en la mesa con su vista clavada en este simplemente suspiró alzando su cabeza lo suficiente para encarar a su padre.

-No.--Tosco y sin ganas de pelear respondió.

-Te felicito, por fin hiciste algo bien.

Daniel frunció el ceño entrecerrando sus ojos, cada vez era más difícil para él tener esperanza de que todas esas palabras eran alguna muestra extraña de cariño, parecía que no había nada de cariño de parte de esos dos seres que con chistes y sarcasmo volvían de forma disimulada el ambiente uno horrible y hostil para cualquiera que no estuviera de acuerdo.

La eterna velada al fin había terminado y la pareja invitada salía exhausta de ese hogar como si hubieran luchado cuerpo a cuerpo con unos profesionales.
Sin si quisiera mirarse ambos se recargaron sobre su auto viendo hacia la nada hasta que el menor cortó ese silencio.

-Oye ¿por qué aceptaste que viniéramos?--Daniel se atrevió a ver a su prometido realmente confundido, se notaba que el castaño conocía a su familia entonces ¿Por qué sabiendo lo que pasaría tuvo que estar ahí?

-Porque sabía que si no lo hacía me lo echarían en cara en la boda y preferí amargarme el día hoy y no nuestro día.

El silencio reinó de nuevo pues entre más Daniel analizó esa decisión, llegó a la misma conclusión, le pareció desalentador pero era una realidad.

-Supongo que era la opción menos peor ¿no?--El contrario asintió con una sonrisa triste--Mario.

-¿Si?-- Con lentitud buscó los ojos contrarios encontrándolos con facilidad.

-Te amo.

-Y yo a ti. 

El tampoco más bajo se abrazó al castaño con fuerza ocultando su rostro en el cuerpo ajeno soltando todo el aire de sus pulmones siendo correspondido, habían esperado todo el día para eso pues las muestras de afecto fueron bien recibidas en ese hogar del que hasta ahora habían podría escapar.

-Pero no volvamos aquí nunca.--Daniel separó unos centímetros su rostro para soltar esa frase que fácilmente podría ser una suplica en medio de un suspiro. Para la aceptación de sus sueños le había dejado de importar por completo.

El rostro de Mario se iluminó con una sonrisa sincera como siempre acostumbraba para luego tomar el costado del rostro de su amado con su diestra haciendo que sus miradas se conectaran.

- Danielito, mi amor. ¡De nuevo me acabas de hacer una vez más el hombre más feliz del mundo!--Exclamó, ya que uno de sus más grandes sueños se había cumplido, ahora tendrá excusas de sobra para no relacionarse con esos dos individuos que tanto le bajaron el animo por una gran parte de su vida. 

Valencia sonrió acortando la distancia para darle un corto beso al mayor quien juguetonamente tomó su rostro con ambos manos besándolo de nuevo con efusividad.
Y así, sonrientes y sintiéndose más ligeros se adentraron a su auto y el menor tomó el volante para dirigirse a su apartamento, afortunadamente el ambiente había cambiado brillante, sin embargo, el menor aún tenía algunos comentarios sobre su más reciente experiencia.

-Pero enserio, te hicieron ver como si fueras el peor error del universo ¿es que no te quieren o qué?-- Indagó con seriedad provocando una suave risa de su pareja. 

-No, no creo que me quieran ni un poquito pero eso no importa, porque tú me amas y eso es mucho más valioso.

Admitió sin más aprovechando que la mirada del contrario estaba enfocada en la carretera para ver como inevitablemente se sonrojaba y rodaba los ojos, amaba que aún sus frases cursis tenían ese efecto en el.



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⏰ Última actualización: Jul 31, 2023 ⏰

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Nueve días para toda la vida[Daniron/Marniel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora