SAVE ME ──── lisandro martinez

011

— fefi, no tenes que tomar una decisión por mi — dice sentándose en la cama y yo lo imito, sentándome frente a él.

— necesitaba esto para terminar de confirmar lo que me está pasando con vos. — sentía la necesidad de sincerar mientras en mi cabeza acomodaba mis ideas. — me cuesta mucho soltar a exequiel

— es difícil pero no imposible. — asentí con la cabeza y él siguió hablando. — fede, es algo que te lo vengo diciendo desde que nos conocimos y creo que todos coincidimos, exequiel no es para vos

— hoy cumplimos tres años — suspiré y bajé mi mirada hacia mis manos — los primeros meses fueron ensueño, después la presión social empezó a ser cada vez más fuerte y empezamos a pelarnos por cualquier cosa, no me dejaba tener amigas.

— y agus? kari o guchi?

— agus fue la única amiga que me quedó y solo porque es novia de su amigo. kari y guchi  no son mis amigas, no saben nada — volví a suspirar sin mirarlo a los ojos, es la primera vez en meses que me puedo descargar.

— tus papás saben que es violento?

— mi mamá no sabe nada y mi papá sabe que siempre discutimos pero nunca le conté, de por su exequiel y no se llevan, así que no los veo con frecuencia.

— como te fue la primera vez que te pegó?

— al principio empezaron siendo peleas boludas, hasta que un día se enojó porque yo estaba hablando con bruno a la salida del entrenamiento y me agarro tan fuerte del brazo que me dejó un moretón por una semana — empecé a explicarle tratando de no largar una lágrima — fue la semana que te conocí en el monumental. — el soltó una risita y yo solo sonreí. — las peleas eran cada vez peor, en una discusión me parti la ceja, casi me fisure una costilla cuando nos peleamos porque se cogia a otra. — quiso hablar pero lo interrumpí porque necesitaba seguir largando todo. — se enoja por todo, sabes cuantas veces arme y desarmé la valija queriéndome volver a argentina? y ahora se me viene la noche

— ay fefi, amor. no puede ser que este hijo de puta sea así. — comenta largando un poco de odio y levanta mi mentón para que lo mire — nunca se te cruzo por la cabeza dejarlo?

— no, para nada. me parecía tan normal hasta que agustina me empezó a hacer entrar en razón. — él sacó una de las lagrimas que bajaron por mi mejilla y me sonríe — los sueños también me están dando señales y creo que ya perdone mucho

— qué sueños, fe?

— las pesadillas donde me caso con exequiel y todos me dicen abrí los ojos. — gesticule con mis manos y el soltó una carcajada

— y yo interrumpía tu casamiento o no aparezco?

— si apareces diciéndole boludito a mi novio — ambos soltamos una carcajada y él se acerca a abrazarme.

— fefi, quiero que seas feliz, yo quiero ser quien te haga feliz. te mereces todo lo lindo de la vida, sos re compañera — empezó a hablar y junto nuestras frentes — no entiendo cómo ese infeliz no te valora, no te merece ni un poco.

— te quiero mucho li — le sonreí y él se encargó de unir nuestro labios.

después de volver a hacerlo, nos bañamos y terminamos de preparar la comida. me preguntó si me quería quedar y acepte, lo único que me tenía que acordar era de volver temprano a alemania, me esperaba una larga charla con exequiel, donde no sabía dónde iba a terminar.