Quería seguir viendo como Violette era el papá favorito de Grogu.

Había conocido a muchas mujeres por la galaxia, exóticas, elegantes o malvadas como Xi'an. Pero ninguna lo había cautivado como Violette hizo con el. Para empezar nunca la hubiera salvado. Nunca se hubiera molestando en tener consigo aún su pulsera roja. O dormido con ella sin su casco.

Violette tenía traumas, como él las tenía y ambos se ayudaron a sanarlas, como ella lo hizo en esas aguas termales, dibujo estrellas en sus cicatrices. Le mostró una parte de él que no conocía, con ella podía debatir, planear ideas para las misiones pero sobre todas las cosas podía reír. Podía volver a ser ese niño que comía pastel de naranja con su madre.

—Ya veo... —Respondió la castaña sonrojada, estaba feliz por la confesión.

Pero al no recibir respuesta, decidió bajar a la planta de abajo con el pequeño para que pudiera descansar. Después de todo, lo habían despertado de su sueño. Además que era un estupido pretexto para poder estar un rato sola. No espero que Din le dijera la verdad, pensó que lo evitaría como siempre.

Din solo sintió como se iba, diciendo algo en el aire que no pudo entender por parte de ella.

Parecían niños adolescentes.

Pero es que ambos no pudieron tener el lujo de tener a alguien en sus vidas antes de ellos, mando era un cazarrecompensas por el sindicato. Blade también por parte de Margaret para poder sobrevivir y no perder sus habilidades. Dejando de lado que era madre con grogu.

Ambos sentían esa necesidad de estar juntos. Sus cuerpos les pedía a gritos.

Violette dejó a grogu en su cama, pero sentía su cuerpo ansioso. Tal vez era por la revelación de Din, tal vez era todo junto. Se picó el brazo para tranquilizarse. Pero sabía que la única manera de hacerlo era afrontarlo. Tantas oportunidades, tantos escenarios y su mente le decía que era ahora o nunca.

Hasta que vio las luces de la Razor Crest apagarse, la nave seguía en movimiento pero había bajado la velocidad.

Ese era el momento.

Subió hasta la cabina, a pesar de que estuviera oscuro, con la fuerza podía guiarse para no tropezar o caerse. Hasta que llegó a la puerta, presionando el botón para pasar y sentir una presencia enfrente de ella.

Sabía que era Din, había chocando con su armadura. Pero ninguno decía nada, estaban hambrientos, ganas de ellos.

Y fue cuando sucedió. Din con sus manos tomó la cintura de Violette atrayéndolo a él. Tomando por sorpresa a la castaña pero no pudo reprochar al sentir unos labios sobre los suyos.

Din la estaba besando.

Era con deseo, inexperto, pero desesperado por más. Por falta de oxigeno, ambos se tuvieron que separar, lo único que se podía escuchar eran sus jadeos y respiraciones alteradas.

Incluso sentían que su corazón iba a explotar por todas las emociones.

—Din... T-Tu credo, ya no... —Puso sus manos sobre las del mencionado, asustada por el.

 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐌𝐈𝐍𝐄 | Din DjarinWhere stories live. Discover now