1. Primer Encuentro

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- ¿De verdad tengo qué acompañarte? - preguntó con aburrimiento una joven de cabello púrpura, mirando a su padre.

- Ya no eres una niña pequeña, debes pensar en tu futuro, y ya que no sabes lo que quieres hacer, te traje a este viaje para que aprendieras algo sobre mi trabajo.

- Eso ya lo se, pero no quiero ir a esas reuniones de negocios, no me gusta la manera en que me miran muchos de esos viejos mercaderes.

Su padre se tensó de inmediato, no se había percatado de eso.

- Supongo que no tienes que acompañarme a las reuniones si no quieres.

- ¿De verdad tengo opción? - preguntó la chica no muy convencida antes de mirar hacia el puerto qué se encontraba a algunos metros mientras la tripulación se preparaba para atracar.

- Claro, ve a caminar, compra algo, haz amigos, nos quedaremos unos días en la villa Foosha, disfruta de la tierra firme antes de irnos de vuelta al mar.

La chica miró el lugar, parecía ser un sitio pacífico en donde todos vivían su día a día sin demasiados problemas, no creía qué pasará algo interesante allí, pero sin nada mejor que hacer, al menos iría a estirar las piernas.

- Está bien iré a caminar un rato.

- Y otra cosa - llamó su padre antes de que se fuera - entiendo que aún no tengas claro lo que quieres hacer con tú vida, después de todo acabas de cumplir dieciséis, pero al menos intenta sonreír.

- Nunca he sido particularmente alegre - respondió la joven de manera inexpresiva.

- Eso ya lo se, pero soy tú padre y quiero verte feliz, no recuerdo la última vez que te vi sonreír.

La joven suspiró.

- Supongo que lo puedo intentar.

Tras esas palabras fue a su respectivo camarote a buscar algo de dinero, además guardó en sus bolsillos algunos dulces qué había traído desde su hogar.

Antes de salir observó su espada por unos instantes, un estoque que prefirió dejar dónde estaba, después de todo el lugar parecía ser bastante tranquilo por lo que dudaba llegar a necesitarlo.

Esperó a que terminarán de atracar él barco y una vez hecho, bajó de este dispuesta a explorar un poco el lugar.

Caminó un poco por el pueblo mirando las tiendas y las casas, notó cómo alguna que otra mirada se posaba sobre ella durante su trayecto, nada inusual, después de todo su madre es una mujer terriblemente hermosa y para su suerte o desgracia había heredado bastante de su buena apariencia.

Tras un rato llegó a un área en la que ya no habían más casas, pero pudo ver una montaña, aún era temprano y sin nada mejor que hacer decidió adentrarse entre los árboles qué la cubrían.

Le gustaba estar en la naturaleza, a diferencia de las personas, las plantas y los animales no hablan mucho y por lo tanto mientras está rodeada de estos no debe escuchar cosas como:

"- Eres lo suficientemente bonita como para que algún rey te quiera cómo esposa"

"- Seguramente tienes muchos pretendientes, tus padres deben sentirse abrumados buscando el mejor partido"

Ya había perdido la cuenta de la cantidad de veces que le habían dicho ese tipo de cosas, especialmente de parte de mujeres mayores ¿Por qué su vida tenía que girar en torno a casarse con algún estirado con dinero? ¿Porque nadie esperaba algo más de una "señorita"? ¿Por qué nadie le había sugerido otras opciones? Incluso si se casaba ¿No podía aspirar a ser algo además de la esposa de ese alguien?

Caminos Cruzados [Ace x Oc]Kde žijí příběhy. Začni objevovat