Los estudiantes lo sabían, los profesores lo sabían, hasta el director lo sabía.
Todos estaban enterados de que Ian estaba perdidamente enamorado de Arlen, el profesor se Literatura.
Todos, excepto él, quien consideraba al hombre como un buen amig...
Lamento mucho la tardanza, neta, y gracias por la paciencia♡
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
...
Sentado en una silla a la mitad de la mesa toma un poco de café de la taza blanquecina con una imagen de Ronaldo.
No es gran fan de este, pero la taza se le fue dada por sus estudiantes junto a un clavel celeste. La ternura se le hizo enorme y tan solo agradeció por el detalle.
– Doce de febrero, vaya fecha para cumplir años – Levanta la mirada observando al recién llegado. Con tan solo escuchar su voz sabía de quién se trataba, eso llenaba su iluso corazón.
Arlen, con cuadernos forrados de celeste le observa sonriente. Camina hasta la mesa para dejar lo que llevaba y aprovecha estar desocupado quitándose el bolso detallado con flores rojas de su hombro posicionándolo encima de una silla frente al moreno.
– Para mi es premio doble, así es más fácil encontrar regalos al estar cerca de San Valentin.
– Supongo que tienes razón, es algo que siempre me ayudó al buscar algún regalo para ti. – Mientras habla rebusca en el bolso sacando su estuche negro y la lista de los salones que enseñaba. – El problema es que también aumentan los precios. No me pagan mucho, Ian – Comenta con burla mirándole de reojo con una leve sonrisa en los labios.
– Nadie te exije que me regales algo.
– Aunque digas esas palabras ambos sabemos que te entristecería notar que no te di nada – Una caja mediana forrada con papel de regalo con balones de diferentes deportes es lo último que saca, cautelosamente lo pone frente a su compañero mostrando la pálida piel de su mano decorada con un anillo simple de plata en el dedo de en medio.
– Vaya, ¿Acaso te acordaste de mi? – Toma de inmediato la caja, no mira al contrario, está muy apenado para hacerlo y sabe que tal vez esté levemente sonrojado.
No es la primera vez que le regala algo, desde hace tres años que ya se conocen, pero la acción sigue siendo igual de especial que la primera vez.
– Tal vez si, tal vez no. – Arlen ladea la cabeza de lado a lado bajando el bolso de la silla para poder sentarse.
– Debería sentirme honrado. Que el ocupado profesor de Literatura del colegio tenga tiempo para recordar tu cumpleaños es algo que no muchos pueden presumir. – Examina la caja hasta poder dar con las pequeñas tiras de cinta adhesiva transparente las cuales saca lentamente no queriendo arruinar el papel.
– Si hablas sobre el año pasado donde me olvidé el cumpleaños de Oziel, te recuerdo que no fui el único.
Ian solo asiente concentrandose más en desenvolver el regalo notando que la caja era negra. Alza la vista observando al azabache con una ceja alzada, este hace lo mismo, solo que añade una leve risa divertido ante la extraña reacción de su amigo.
