Estamos Fingiendo, ¿No?

Capitulo 11

(Rihanna - Lift Me Up)

Advertencia: no me hago responsable de los sentimientos que pueda provocar este capitulo. 

Maeve.

Es veintitrés de marzo.

El peor día de todos, es el aniversario de muerte de mama.

Se supone que la primavera es la época en la que todo vuelve a florecer, pero hace veinte años la primavera no trajo vida, sino que nos quitó una.

Como todos los años compre un ramo de claveles que son las flores favoritas de mama, Call me está llevando hacia el cementerio porque no soy capaz de conducir ni en este, ni en cualquier otro momento del día. Una vez llegamos tomo unos segundos para respirar hondo y salir del auto.

—Te esperare aquí —anuncia cuando abro la puerta, no lo respondo, no hay necesidad.

Una vez bajo vuelvo a tomar una respiración, cuento hasta cinco y comienzo a caminar hacia el interior del lugar. Nunca me ha gustado el cementerio, tiene una vibra oscuro e incómoda —por obvias razones—, en cada paso que doy todo mi cuerpo tiembla, me es el camino de memoria, odio saberlo, pero es lo que pasa cuando vienes doscientos treinta y siete veces a este lugar.

La tumba esta al final del pasillo principal, después hay que doblar a la izquierda, la hilera a mano derecha casi llegando al final. Cuando llego a la que corresponde un nudo se instala en mi garganta, toma las flores que ya están marchitas remplazándolas con las nuevas, limpio con un pañuelo la lápida, pasando los dedos por el nombre en relieve que se encuentra ahí escrito.

"Margarita "Maggie" de Burguess Suarez".

"Amada esposa y madre".

Una risa burlona se me escapa. Mi madre siempre fue una mujer independiente, según los reportes la mejor embajadora venezolana tanto en tierra nacional como extranjera, cuando conoció a papá nunca dejó de lado su sazón latino —como ella llamaba— y según él eso fue lo que lo conquistó; en lo que se casaron se negaba a perder su apellido que era parte de ella, papá lo entendió y aunque sugirió para combinar los apellidos, mi madre se negó —mujer terca— por lo que siempre se presentaba con su apellido de casada seguido del de soltera, todo un caso mi madre.

Me siento en uno de los escalones, como todos los años al principio me quedo observando la nada misma, luego de unos segundos, intentando calmarme mentalmente para no llorar, comienzo a hablar.

—Hola mami —español, nunca le gustaba que habláramos con ella inglés—­, aquí estoy de nuevo, hay mucho que contar, las últimas semanas han estado llenas de muchos cambios, algunos buenos y otros no tanto. ¿recuerdas que te conté sobre esa historia que no podía escribir? Bueno, lo estoy logrando, pero no me cierra del todo, lo otro es que Call aprobó su penúltimo año y está viviendo su vida al máximo, como siempre dice. Me despidieron de la cafetería, pero no culpo al sr. Phil, y —hago una pausa mentalizándome­— estoy de novia con Charles Gray —sonrío sin ganas­—, recuerdo que una vez me cachaste llorando porque no quería jugar conmigo, y dijiste que algún día tendría tiempo para mí, bueno, al parecer ya llego mi tiempo.

»—Me gusta —confieso con un dolor en mi corazón—, me gusta Charles Gray, nunca dejo de gustarme y eso es lo que me aterra, porque lo que tenemos no es algo real —susurro eso ultimo—, ojalá estuvieras aquí, necesito uno de esos consejos que le dabas a Thony.

»—También está la enfermedad de papá, ¿puedes hacerme un favor y dejarlo aquí un poco más? Se que lo amas y que lo quieres contigo, pero déjamelo un poco más —pido con voz ahogada cuando las lágrimas se acumulan en mis ojos—. Te necesito aquí, necesito que me abraces y me digas que todo va a estar bien, necesito a mi mamá.