𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑, Enzo Fernández [1]

19 - Emilia, Valentina y Melanie

Sus ojos le pesaban y era más que nada porque había dormido poco debido al partido. Admiraba mucho el autocontrol que tenía Enzo para no estar ansioso en cada partido, pero ella no era para nada así.

Alguien toca la puerta y cuando abre se lleva la sorpresa de ver a cuatro jugadores de la selección: Cristian, Lisandro y Nahuel.

— Hola — saluda Melanie, bastante confundida por la presencia de los jugadores.

— Habla vo' — Cristian golpea las costillas de Licha.

— Enzo dijo que tenes sahumerios — Lisandro sonríe un poco, necesitaba sacar las malas vibras que dejó el partido y hacer una limpieza energética.

— Queremo' sahumerios y esas cosas para este macumbero — Cuti no tarda en volver hablar y Melanie asiente. — Y que sean ricos, porque no tengo ganas de que todo tenga olor a culo.

— Por favor — Nahuel Molina dice y Melanie los mira unos segundos a los tres.

Si antes amaba a toda la selección Argentina, ahora era mucho más.

Melanie asiente y vuelve a su habitación, agarra su caja de sahumerios y sale con ella hasta la puerta donde los tres jugadores esperaban los sahumerios.

— Tengo estos y palo santo — abre la caja y Cristian frunce la nariz.

— Este ya sé que tiene olor a culo — señala el de canela y toma la caja para comenzar a oler los sahumerios con Nahuel. — ¿Estás para unos mates, Mel? Están todos organizando un asado y no sabemos que hacer nosotros.

La rubia asiente y eso fue suficiente para que los tres jugadores de la selección se instalen en su habitación, no supo de dónde sacaron unas Don Satur pero si supo que tenía que poner a calentar el agua para el mate.

— ¿Y no van a pasar tiempo con sus familias? — pregunta Melanie, llevando su set de mate a la mesa donde estaban todas las cosas de su trabajo y las de Daniela. Con cuidado guarda todo y lo deja al lado de su cama.

— Vamos a estar todos juntos a la noche — Nahuel huele un sahumerio de lavanda y lo muestra — Este es rico.

— ¿Vas a ir, no? Enzo dijo que si — Cristian mira el mate de la rubia y frunce el ceño. —

Asiente, Enzo no le había dicho nada pero seguro que le iba a decir mas tarde.

Estuvo media hora hablando con los jugadores sobre lo importante que era renovar las energías y con Lisandro congeniaron muy bien en ese tema.

Cristian con Nahuel no paraban decir que esas cosas eran de macumberos y que Melanie tenía que hacerlos padrinos a ellos cuando ella tenga un hijo con Enzo.

Melanie suelta una carcajada y lleva su mano a su estómago, le estaba empezando a doler de tanto reír.
— Te hablo enserió, rubia mal tenida — rie más fuerte por el ceño fruncido del Cuti. — Yo sin conocerte te ayude con el culiao' de tu novio, quiero ser padrino de tu hijo.

— Pero para — Melanie deja de reír y niega — Yo no hable nunca de tener hijos con Enzo.

— Bueno embarazate — se alza de hombros y toma su mate. — pero quiero ser padrino de tu hijo.