El guerrero sangriento

Capítulo 4 /El espadachín pálido

—no tenían motivos para tratarme tan bien---

— no es problema mi señor además usted es quien vino a salvarnos)---exclamó una anciana

—bueno... eso supongo---exclamé con voz confundida

al surgir el nuevo amanecer me llevaron a dar un vistazo el pueblo, su líder sus costumbres y su gente, después de haber conocido aquel hermoso lugar me preparé para dirigirse con todo animo a subir la escarpada montaña en la cual me encontraría con la leyenda que tanto buscaba, al llegar escale la montaña aun con mis pies enrojecidos pero esta vez tenia mas que nunca las fuerzas para subirla sin importar lo doloroso o difícil que fuere subirla, cuando por fin llegue a la cima pude encontrar con facilidad la cueva donde estaba aquel espadachín del que tanto hablaban, cuando entre solo pude sentir una vibra de soledad (contrario a lo que había visto a lo largo de mi viaje) solo me basto con caminar unos cuantos metros para percatarme de la entidad tan poderosa que se encontaba ante mí, aunque era imponente no pude sentir miedo alguno gracias al valor y la fuerza que se me habían dado por las personas tan gentiles de trelgent que por primera vez en mi vida sentí una adrenalina que recorría todo mi cuerpo sintiéndome como el más fuerte del mundo en el cuerpo de un pequeño, al ver al espadachín pálido se percato de mi presencia preguntándome imponentemente

—¿Qué haces aquí?—

—vine hablar contigo–

— hablar... acaso no sabes quién soy yo, soy el espadachín pálido... la leyenda—mientras se prendía su cuerpo en llamas

— lo se solo vine a preguntarte unas cosas, ¿sí? en primera que hay detrás de tu máscara?---le dije sin mucha preocupación

—¿mi mascara? En realidad quieres saber—

-si-

—la muerte...—entonces se quitó la máscara calcinando mi cuerpo casi por completo dejándome con mis huesos y órganos expuestos sin mencionar el inmenso dolor que se sintió en aquel momento, pero no pasó mucho para levantarme despreocupadamente del suelo mientras todos mis órganos se re acomodaron de una forma grotesca reviviendo como si se tratase de un demonio recién salido del infierno, en ese instante supo quien era yo en realidad —!eres el elegido¡---dijo el espadachín asustado

—si lo soy y estoy destinado a ir en una travesía contigo para recuperar las gemas triumbricas y restaurar la paz en este mundo tan demacrado—

— ¿Espera entonces en realidad eres tú? espere tanto tiempo tu llegada realmente empecé a creer que jamás llegarías...—

mientras miraba a la nada solo pude quedarme callado viendo hacia los ojos, pudiendo ver en él el verdadero ser que era, pudiendo ver la soledad en sus ojos, pude sentir cómo a pesar de ser un ser desalmado, no carecia de humanidad, solo se trataba de un ser cuyo doloroso sufrimiento se ocultaba tras esa máscara..

— agh, bien en ese caso empecemos ahora mismo-– dirigiéndose de forma despreocupada

—¿ahora? es muy pronto mis piernas me duelen como no tienes idea—

—ja, ¿crees saber lo que es el dolor? si de verdad quieres ver lo que es el verdadero sufrimiento te bastaría con ver mi alma por un momento pero no es tiempo de hablar de esto debes fortalecerte y deshacerte de esa debilidad las habilidades que se te otorgaron se pueden y deben aumentar así que empieza a entrenar te puedes regenerar así que si te quebrás un hueso en el entrenamiento no importará, además con ese físico no alcanzarías ni a cruzar las dunas danzantes mucho menos las cascadas celestiales así que inicia ahora—

—pero ni siquiera se como apena hace unos meses descubrí mis habilidades—

En ese momento estaba confundido y no sabia que hacer pero aun recuerdo que era mejor estar con espadachín que estar con los mayas así que acepte mi destino...