Complicado Amor

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La vida de Serizawa había cambiado mucho en ese último tiempo.

Había dejado atrás muchas cosas, muchos miedos y muchas experiencias con valores incalculables. Su vida consistía ahora en pasar el día trabajando en la agencia, exorcizar algunos espíritus que dieran problemas a los clientes y comprender día a día como incorporarse de manera correcta en la sociedad japonesa.

Su existencia había cambiado demasiado si nos ponemos a pensar en las cosas que significaba vivir cada día como alguien nuevo al que sus temores internos empezaban a abandonarlo para dar paso a un hombre nuevo con una confianza renovada, al trabajar en la agencia de Arataka, Katsuya había averiguado que algunas cosas no eran lo que parecían, que las personas siempre pedían ayuda en las peores situaciones y que muchos tenían condiciones y comportamientos cuestionables si se les daba la oportunidad de conocerlos. Esa vez no era diferente.

Ese día en específico Mob aun no había llegado de la escuela por lo que el trabajo tenía que ser hecho por los dos adultos encargados de la agencia, Reigen estaba hablando con un cliente difícil que aseguraba que su exesposa tenía un espíritu haciendo destrozos en una de las habitaciones, la verdad Serizawa no tendría problemas con ir a la casa y terminar con el espectro de ser el caso, pero el rubio se veía escéptico ante las palabras del hombre histérico. Por alguna razón Arataka no quería aceptar el caso, tal vez por cuestiones personales o porque, como de costumbre, veía algo en las afirmaciones del cliente que los demás no podían. Reigen tenía una especie de sentido extrasensorial que lo hacía capaz de ver cuándo alguien mentía para conseguir algo con sucias artimañas, eso era algo que Katsuya aún no podía comprender, pero su jefe tenía capacidades admirables.

El cliente gritó otra vez con una molestia palpable, dijo algo de que eran unos estafadores ya que no eran capaces de aceptar un trabajo tan peligroso y que los demandaría por publicidad engañosa, Serizawa solo veía como Reigen fruncía el ceño y negaba moviendo un dedo de un lado a otro, había rodado los ojos cuando el hombre pronunció la palabra "Estafadores" como si la expresión le diera risa, el señor se puso más rojo de lo normal y ahí Arataka mencionó que usarlos para meterse a la casa de su ex no era lo correcto, que si quería evitar una orden de restricción lo mejor era que siguiera adelante sin ella y que de amor nadie se moría por lo que él debía continuar con su vida sin sufrir por lo que ella haría o no sin él.

Las afirmaciones de Reigen parecieron calmarlo un poco, quizás por el hecho de haber sido descubierto en sus fechorías o por la vergüenza de no poder disimular su rabia al no estar en la vida de su exesposa. Sea lo que fuere, el hombre solo empezó a gritar que nadie entendía su sufrimiento y que eran unos cretinos que fingían saberlo todo. Su jefe le dio una mirada rápida pidiendo ayuda así que Serizawa lo sacó flotando de la oficina.

Ese día las cosas fueron normales después de eso, pero la una duda se había instaurado en su mente luego de la conversación tan extraña. ¿De verdad el cliente no era capaz de seguir sin su esposa? ¿De verdad había tanto dolor en su corazón como para intentar usarlos de chivo expiatorio?

Katsuya no era un experto en el comportamiento humano por lo que podía verse influenciado por los actos de los demás con facilidad, muchas veces no entendía el doble sentido de las cosas y no captaba las indirectas con facilidad. Reigen por su lado parecía tener conocimiento de todo y de todos, era un prodigio en relacionarse con la gente y por ello muchos tendían a creer en lo que sea que dijera sin cuestionarle mucho. Tal vez él tendría una respuesta para ese tipo de cuestionamientos por lo que, cuando el miedo de preguntar algo tan banal desapareció, hizo la pregunta que lo cambiaría todo.

Complicado Amor [Serizawa/Reigen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora